El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha tiene previsto potenciar este año en el ámbito de Atención Primaria el proceso especial de prevención de caídas en personas mayores, un problema muy relevante que tiene un alto impacto en la población ya que se calcula que entre el 20 y 30 por ciento de los mayores de 65 años se cae al menos una vez al año.
Las caídas tienen un alto impacto en los sistemas de salud ya que entre un 20 y 40 por ciento requieren atención médica. Alrededor de un 10 por ciento de los mayores que se caen padecen alguna fractura como consecuencia de la caída. Además, las caídas y sus complicaciones posteriores suponen dos tercios de las muertes accidentales en personas mayores.
El riesgo de caerse aumenta con la edad. Se calcula que las personas mayores de 80 años representan el 47 por ciento de todas las visitas a urgencias por caídas. Un 60 por ciento de los mayores que se caen tienen miedo a caerse de nuevo y entre un 11 y un 23 por ciento desarrollan el síndrome post-caída, caracterizado por cambios psicológicos de temor y evitación que puede acabar en la depresión y exclusión social.
Ante esta realidad y con la constatación de que los programas de prevención son eficaces y pueden llegar a disminuir el número de caídas en un 30 por ciento, el SESCAM impulsará este año la aplicación de este programa especial, incluyéndolo como un indicador prioritario en los contratos de gestión con las diferentes Gerencias de Área.
Este programa entronca con los fines del Horizonte 2020 de la Unión Europea, quien promueve un envejecimiento en salud y activo. Además, integra las bases de la atención sanitaria a los mayores y enfermos crónicos, individualización y continuidad en los cuidados, interdisciplinaridad, manejo del riesgo a través de cambios en los estilos de vida y utilización terapéutica del ejercicio físico.
Que una persona se caiga es un hecho común en la vida cotidiana de cualquier familia. Sin embargo, en los ancianos, la alarma que despierta cualquier caída, incluso intrascendente, es mayor. Los factores que explican esta alerta tienen que ver con las causas (percepción de la vulnerabilidad) y las dramáticas consecuencias que padecer una caída puede para este grupo de edad.
Incluido en la historia clínica de Atención Primaria
El programa especial de prevención de caídas está incluido en la Historia Clínica Digital de Atención Primaria, el conocido como programa Turriano, y puede ser activado a todos los usuarios a partir de los 65 años.
Los profesionales del equipo de Atención Primaria se encargan de realizar el test inicial de este despistaje de caídas en mayores y, dependiendo del resultado, se van activando los ítems de cómo proceder, permitiendo en todos los casos acceder a las hojas de consejos que se pueden facilitar a los usuarios.
En ese test inicial se incluyen preguntas como la existencia de alguna caída en el último año, si perdió el conocimiento antes o durante alguna caída o si ha precisado recibir asistencia sanitaria por artritis traumática, fractura o traumatismo craneoencefálico tras alguna de las caídas.
Cuando existe al menos una respuesta positiva, se consigna y se activa el proceso de caídas propiamente dicho en el que ya, mediante las visitas programadas por la unidad asistencial, se procede a realizar un estudio exhaustivo de todo lo relacionado: revisión de historia clínica, pruebas físicas, detalles de la caída, exploraciones complementarias, valoración geriátrica integral, valoración del autocuidado y, por último, el diagnóstico y plan de actuación personalizado.
Durante el año pasado, la aplicación de este programa ha permitido identificar el riesgo en el 33,18 por ciento de la población mayor de 65 años.
Con el fin de que los profesionales sanitarios tengan un mejor conocimiento del programa y puedan formarse en su aplicación, se ha diseñado un curso completo en la plataforma de formación on line del SESCAM, que se ha incluido en el Plan Formativo 2017 de la Dirección General de Recursos Humanos.