El Hospital Universitario de Guadalajara, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), ha llevado a cabo por primera vez en la región un trasplante autólogo de células progenitoras hematopoyéticas (TASPE) en una paciente con esclerosis múltiple, un procedimiento con el que se podrían evitar los brotes y la pérdida de capacidad funcional que caracteriza a esta enfermedad.
El equipo de Hematología y Hemoterapia, conjuntamente con el Servicio de Neurología, ha realizado este procedimiento de manera satisfactoria en una paciente de 37 años diagnosticada de esclerosis múltiple en el año 2017.
La paciente, que se desplaza con ayuda de un andador, ha sido sometida a un trasplante de células progenitoras e inicia ahora una nueva fase de este proceso con terapia de rehabilitación para recuperar su capacidad motora, con seguimiento por parte de Hematología y Neurología para verificar su recuperación progresiva y la ausencia de actividad de su enfermedad.
Se trata, según ha avanzado en rueda de prensa el delegado de la Junta, Eusebio Robles, de un día para “sentirnos orgullosos de nuestro sistema sanitario público, porque conseguir que las personas puedan mejorar su calidad de vida es señal de que avanzamos por el camino adecuado”. Sobre este tratamiento, pionero en la región, el delegado de la Junta ha indicado que da esperanza a las personas que han visto condicionadas sus vidas por esta enfermedad.
El delegado ha subrayado la importante apuesta del Gobierno regional por avanzar en la asistencia sanitaria, un esfuerzo que no solo se ciñe a la mejora continua de infraestructuras sanitarias, la incorporación de medios tecnológicos o profesionales, sino también a la investigación. “Lo verdaderamente trascendental son los resultados que conseguimos con todas estas mejoras”, ha apuntado.
Por su parte, Antonio Sanz, gerente del Área Integrada de Guadalajara, ha subrayado que este procedimiento “va a suponer un antes y después en el tratamiento de la esclerosis múltiple, porque va a permitir a pacientes que reúnen ciertas características pasar de una discapacidad importante a una capacidad importante”.
En el caso de este primer trasplante realizado en el Hospital de Guadalajara, la paciente fue valorada y derivada desde el servicio de Neurología y se valoró la idoneidad de un trasplante autólogo de sangre periférica para reemplazar su sistema inmunitario patológico y lograr la remisión de la esclerosis a largo plazo. Tal y como ha concretado el jefe del servicio de Neurología, Antonio Yusta, se valoró su derivación a Hematología al no obtenerse respuesta a otros tratamientos.
En una primera fase del proceso se le administraron fármacos estimuladores de la médula ósea para lograr la movilización de las células madre a la sangre circulante y su recogida mediante un separador celular, un equipo similar a las máquinas de hemodiálisis que permite extraer por centrifugación una parte de la sangre y recoger las células madre necesarias para el trasplante.
Una vez extraídas, las células son criocongeladas a una temperatura de 190 grados bajo cero y se mantienen hasta el día en que se le infunden al paciente.
De manera previa al trasplante, el paciente se somete a quimioterapia para eliminar su sistema inmunitario dañado, y posteriormente se le infunden las células madre previamente reservadas para regenerar el sistema inmunológico. “El objetivo fundamental es resetear el sistema inmune, que es el que está provocando el daño de la enfermedad y empezar de cero. Esas células que van dirigidas contra las vainas que recubren los nervios, que son las que producen ese deterioro funcional, las eliminamos y hacemos que de nuevo su sistema inmune empiece a funcionar sin ningún error en el código”, ha explicado la jefa de Hematología de la GAI, Dunia Miguel.
Se trata, no obstante, de un procedimiento que “no está exento de riesgo, ya que durante el mismo hay un momento en que el paciente no tiene células en la médula ósea, por lo que es vulnerable y precisa de medidas preventivas y de aislamiento para garantizar al máximo su seguridad”, ha añadido la doctora Dunia Miguel.
El objetivo ahora es que la paciente, gracias a este tratamiento, no vuelva a sufrir brotes de la enfermedad y que a través del trabajo con rehabilitación recupere su capacidad motora.
Como valoran Antonio Yusta y Dunia Miguel, este procedimiento pionero en Castilla-La Mancha abre la puerta a nuevas posibilidades para devolver calidad de vida a pacientes con esta enfermedad, si bien hay que precisar que sólo es aplicable a pacientes que reúnen unas características concretas que hacen posible su recuperación. En este sentido, según ha apuntado Antonio Yusta, se trata de “un tratamiento muy especifico para personas muy específicas”, de ahí que haya que hacer “una selección muy importante y exhaustiva para que éste sea verdaderamente eficiente y eficaz”.
Hasta la fecha se han llevado a cabo en Europa hasta 1.800 trasplantes autólogos para el tratamiento de la esclerosis múltiple con grandes resultados. A lo largo de este tiempo se ha logrado que la enfermedad permanezca inactiva en muchos pacientes y con un tiempo prolongado de seguimiento, por lo que pueden llevar una vida prácticamente normal.
En este sentido, se han realizado estudios con una mediana de seguimiento de dos años donde se observa ausencia de actividad de la enfermedad en el 94 por ciento de los pacientes sometidos a trasplante autólogo de células progenitoras hematopoyéticas frente a un 48 por ciento de los pacientes tratados con modificadores de la enfermedad, si bien el TASPE también entraña determinados riesgos a corto plazo que han limitado su aplicación.