Habito en un pueblo situado a la entrada de la Serranía de Cuenca que se ve obligado a repetir la bíblica lucha de David contra Goliat.
Su aire es limpio casi balsámico; sus tierras son límpidas y sus aguas cristalinas.
Pero Goliat junto a algunos enemigos y traidores ha fijado sus maléficos ojos en nuestro pueblo para destruir todo lo anteriormente descrito, haciéndolo infernal, con la construcción de una macrogranja de cerdas reproductoras casi 3000 con una producción estimada de 80.000 a 90.000 lechones anuales, poniendo en peligro todo nuestro bienestar, nuestro futuro y nuestro medio de vida turismo rural o ecoturismo.
La abundante emisión de purines, más el intensísimo tráfico de camiones transportando bien piensos, bien lechones para las granjas de engorde, pudrirá nuestro aire puro y colapsara nuestras tranquilas carreteras.
Al estar altamente tecnificadas el número de puestos de trabajo será ínfimo, sin ningún término de comparación con el que se destruirá en la zona ante las adversas condiciones provocadas por el pestilente olor a purín.
Yo, desde el fondo de mi alma deseo que recapaciten él, Incpor Soria S.L e Incarlopsa y a los vecinos que a saber con qué extrañas promesas han contribuido a hacer posible dicho proyecto por dañar gravemente a los hombres honrados y a sus haciendas.
Un vecino.