La Confederación de Empresarios de Cuenca destaca que los préstamos que van a parar a las empresas están muy lejos de los que se concedían antes de pandemia.
La Confederación de Empresarios de Cuenca reseña un difícil mercado del crédito para las empresas que solicitan menos préstamos para su actividad que antes de la pandemia.
Además, estos créditos que solicitan, aunque sean de menor volumen, se otorgan por unos tipos de interés todavía altos, pese a que se haya suavizado la política monetaria del Banco Central Europeo.
Todos estos datos los ha extraído CEOE CEPYME Cuenca del Informe de Financiación a Pymes correspondiente al primer semestre de 2024 que elabora el Centro de Estudios de CEPYME.
Entre otros datos señalan que las pymes captaron 83.820 millones de euros de nueva financiación bancaria en la primera mitad de este año, un 4,9% menos de los 87.972 millones de euros de primer semestre de 2019.
Y es que la petición de préstamos por parte de las pymes se reduce debido a la incertidumbre en la política económica, y el aumento costes laborales, impositivos y regulatorios que padecen.
Esta situación se traduce en una clara contención de inversión y demanda de crédito por las empresas y provoca que, a precios constantes, el préstamo medio sea un 2,7% más bajo que a mediados de 2021
Esta baja demanda de crédito es un reflejo de la menor inversión y es que la mayoría de las entidades bancarias han reportado una caída de crédito de las pequeñas y medianas empresas destinada a la inversión
Tipos
Estos datos se producen en un entorno de relajación monetaria y un descenso de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo, pero esto todavía no tiene su reflejo en las entidades de concesión de créditos que no han flexibilizado sus términos y condiciones para otorgar un préstamo, manteniéndose los criterios inalterados.
De este modo, la financiación a empresas continúa en torno al 5%, concretamente en el 4,94%, y, aunque haya bajado un poco desde el 5,17% con el que se cerró 2023, está claro que las empresas siguen enfrentándose a niveles de financiación muy altos.
La elevada inflación y el endurecimiento de la política monetaria ha complicado la financiación para las pymes españolas que además soportan escaldas de costes, cargas regulatorias, cambios normativos y períodos de incertidumbre económica.