Bajo el lema “Menos Burocracia y Más Docencia”, ANPE alerta de que la carga burocrática que está saturando a los docentes ya está teniendo, desgraciadamente, consecuencias sobre la salud mental del profesorado
Las constantes publicaciones de multitud de normativa que desarrolla la nueva ley educativa sobre Currículo, Organización y Funcionamiento, Evaluación, Orientación Educativa, Consejos Escolares, y otros aspectos que afectan a la labor educativa, publicadas, la mayoría de ellas, durante el periodo del verano y el inicio del curso escolar, han propiciado un alarmante exceso de la burocracia en los centros educativos.
El profesorado se ha visto obligado a adaptar decenas de documentos: programaciones didácticas; diferentes planes como el de lectura, de igualdad o digital; programación general anual, proyecto educativo, etc. Una situación de carga burocrática que está saturando a los docentes y que ya está teniendo, desgraciadamente, consecuencias sobre su salud mental.
Son muchas las quejas que está recibiendo el servicio del Defensor del Profesor de ANPE de docentes ya que están notando en su salud este gran aumento de tareas burocráticas o administrativas, con el agravante de que algunas de estas tareas no son inherentes a su labor docente, además de la sobrecarga del tiempo, puesto que toda la nueva normativa que desarrolla la nueva Ley LOMLOE, se ha publicado en un corto espacio de tiempo, que está dejando poco margen de adaptación al profesorado.
Para ANPE es una situación grave, por ello, vuelve a insistir en la necesidad de abordar un plan de reducción de la burocracia en los centros educativos que incluya: dotación de personal de administración, reducción del sobrecargado horario lectivo del profesorado, reducción del número de alumnos por aula en todos los niveles educativos, reducción remunerada del horario lectivo para los mayores de 55 años.
ANPE recuerda y denuncia también, que esta situación de sobrecarga laboral es consecuencia de la falta de consenso de los diferentes grupos políticos y ha manifestado en reiteradas ocasiones la necesidad de preservar la educación de la permanente y cada vez mayor confrontación política e ideológica. Una educación que es utilizada como arma arrojadiza entre las diferentes opciones políticas y que lastran cualquier posibilidad de pacto o acuerdo que otorgue mejoras, estabilidad y perdurabilidad a nuestro sistema educativo y a las condiciones sociolaborales de los docentes.
Para ANPE, tenemos la necesidad de trabajar hacia la consecución, si no de un pacto educativo, al menos en la consecución de un acuerdo de mínimos sobre los que se sustente la verdadera y necesaria reforma que nuestro sistema educativo necesita, contando con la opinión y la colaboración activa del profesorado.