Volando el Castillo de los Siete Condes
El Castillo de los Siete Condes es una especie de península, pétrea, en la Hoz del Alonjero, excavada por el río Cuervo que, en esta zona, la Hoz, dibuja meandros con picachos como el llamado Cola del Potro y, al otro lado del Castillo, por lo que llaman El Yunque: una especie de colmillo rocoso que, por la erosión, parece desprenderse, ladera abajo, del Puntal del Soto Negro.
En este castillo, el de los Siete Condes, hay restos de lo que pudo ser un castro celtíbero en el que se han encontrado trozos de cerámica y, por extensión, porque así ocurre en toda la geografía de la Serranía de Cuenca, hay leyendas para todos los gustos como la que cuenta que, en la pared de su “acantilado” , hay una cueva en la que los Siete Condes escondían sus sillas de oro.
La verdad es que, restos, los hay como también señales de que, hace muchos años, como en los cuentos, aquí encerraban ovejas y cabras porque, cerrando el “istmo”, no tenían salida posible. Que no se escapaban, vamos.