“Resineros de Jábaga”. El Ayuntamiento de Fuentenava de Jábaga homenajea antiguos oficios con esta escultura
Continuando con el Plan Municipal de embellecimiento de espacios públicos urbanos, por el Ayuntamiento de Fuentenava de Jábaga, se ha procedido a la colocación de una nueva escultura de forja, junto al muro de nuestra iglesia parroquial, en la calle de su nombre, en reconocimiento y homenaje a los resineros de Jábaga; una obra, cuyo diseño, fue donado al Ayuntamiento de Fuentenava de Jábaga por el pintor Enrique Fernández Atienza, fallecido el pasado año.
La escultura de forja, “Los resineros de Jábaga”, en la que vemos a dos trabajadores, uno de ellos haciendo muescas en el tronco del pino para meter la fina chapa de acero y recoger, luego, la resina, trata de reivindicar oficios y trabajos que existieron en Jábaga en los que, a falta de otras posibles actividades estacionales, suponía formas de vida que permitían afrontar el día a día en el pueblo al margen de que, su trabajo, facilitaba el mantenimiento de los bosques, especialmente en la defensa contra los incendios forestales.
Este Ayuntamiento, con esta escultura de forja, pretende dignificar el trabajo del resinero, en el campo, trasladándolo a nuestros espacios públicos urbanos para que, la sociedad actual, tenga conciencia de que, con su trabajo, con la resina obtenida, tenemos acceso a la colofonia o el aguarrás que se utilizan en medicamentos, aditivos, productos fitosanitarios, tratamientos para el papel, tintas de impresión, cosmética etc.
Este diseño póstumo de Enrique Fernández Atienza, hecho realidad, viene a completar, por ahora, las intervenciones urbanas fundamentadas en las raíces de Jábaga, iniciadas con las esculturas del “Labrador”, del “Pastor de ovejas” y de la “Mujer campesina” cerrándolas, ahora, con “Los Resineros de Jábaga” justamente cuando, en los meses posteriores, serán entregados los títulos de propiedad a la Asociación de la Concentración Parcelaria de Monte Privado de Jábaga, una vez sean escrituradas, notarialmente, y la posterior inscripción en el Registro de la Propiedad.
Una actuación, más, que rinde recuerdo y homenaje con las diversas esculturas ubicadas en el propio municipio, de aquellos trabajos y profesiones más habituales que existieron en su día y que, con el paso del tiempo, la mecanización del campo, los avances tecnológicos y la emigración, se perdieron en estas zonas rurales sin olvidar que sirvieron para sacar adelante a familias enteras, antes del éxodo que generó la despoblación posterior que hoy vivimos.