Iniciar un negocio en el extranjero se ha convertido en una opción cada vez más popular entre los empresarios que buscan condiciones fiscales favorables y una burocracia simplificada. Cada país ofrece ventajas y desventajas, y la elección de la jurisdicción más adecuada depende de varios factores, como la tributación empresarial, el costo de vida y la facilidad para abrir una empresa.
Entre los destinos más ventajosos se encuentran Malta, Suiza, Estonia, Bulgaria y Irlanda, cada uno con características únicas en términos de régimen fiscal y normativas.
Malta: el régimen fiscal territorial como ventaja principal
Malta, ubicada en el corazón del Mediterráneo, representa un destino interesante para quienes buscan un régimen fiscal flexible. El sistema de tributación prevé una imposición mundial, es decir, sobre todos los ingresos producidos globalmente, pero en algunos casos puede transformarse en tributación territorial, según la residencia fiscal y la elección del contribuyente. De esta manera, los impuestos son debidos solo sobre los ingresos generados en Malta o sobre aquellos extranjeros transferidos al país.
Los principales beneficios fiscales ofrecidos por Malta incluyen:
- Imposición solo sobre los ingresos generados localmente para los no domiciliados;
- Tasa fiscal efectiva reducida para las empresas gracias a un sistema de reembolsos sobre los beneficios distribuidos a los socios extranjeros;
- No hay tributación sobre las plusvalías extranjeras, si no se reportan en Malta.
Sin embargo, trasladar la residencia fiscal a Malta requiere atención, ya que los acuerdos de la OCDE estipulan que el fisco del país de origen puede aún exigir impuestos sobre los ingresos globales, según el criterio de los intereses vitales. Esto significa que, si una empresa opera en el extranjero pero tiene sede en Malta, podría aún estar sujeta a tributación italiana, a menos que no venda exclusivamente en mercados fuera de la UE.
Suiza: la ventaja de la solidez bancaria
Suiza ha sido siempre uno de los destinos favoritos para quienes buscan una fiscalidad favorable y un sistema bancario sólido. La tributación varía según los tres niveles de imposición (federal, cantonal y municipal), con tasas que pueden ser muy competitivas en algunos cantones.
Los puntos fuertes de Suiza incluyen:
- Tributación fiscal variable según el cantón, con tasas sobre los beneficios empresariales que pueden ser muy bajas;
- Estabilidad económica y seguridad bancaria;
- Posibilidad de negociar acuerdos fiscales favorables para grandes empresas.
Sin embargo, Suiza ya no se considera un paraíso fiscal como en el pasado. Las presiones de la UE han llevado a un aumento de la tributación en algunos sectores, y el costo de vida es muy alto en comparación con otros países con fiscalidad reducida.
Estonia: el sistema fiscal más innovador de Europa
Estonia es uno de los países más atractivos para las startups y las empresas digitales gracias a su sistema fiscal innovador. Aquí, las empresas pagan impuestos solo cuando distribuyen los beneficios, con una tasa del 20%, que puede reducirse hasta el 14% si los beneficios se reinvierten.
Las razones por las que Estonia se considera un destino ventajoso para las empresas incluyen:
- Tributación solo sobre los beneficios distribuidos, sin impuesto sobre los beneficios reinvertidos;
- Gestión empresarial completamente digital, gracias al programa de e-Residency que permite abrir y administrar una empresa en línea.
A pesar de las ventajas, Estonia no es adecuada para todos. La tributación reducida afecta principalmente a las empresas digitales, mientras que los sectores más tradicionales podrían encontrar dificultades operativas. Además, el país es pequeño y culturalmente muy diferente de otras naciones europeas.
Bulgaria: uno de los países con la tributación más baja en Europa
Bulgaria es uno de los destinos más elegidos por los empresarios europeos gracias a su impuesto fijo del 10% para personas físicas y jurídicas, el más bajo entre los países miembros de la UE.
Los principales beneficios de Bulgaria incluyen:
- Tributación reducida al 10% sobre ingresos personales y empresariales;
- Costo de vida y de mano de obra muy bajo, ideal para quienes desean reducir los gastos operativos;
- Régimen IVA conforme a las directivas de la UE, con tasa estándar del 20% y reducida al 9% para el sector turístico.
Sin embargo, Bulgaria presenta algunas dificultades para adaptarse a todas las normativas vigentes en materia fiscal. Por este motivo, algunas empresas como Accountancy Bulgaria, ayudan a las empresas que desean trasladarse a orientarse entre la tributación y el registro de empresas en Bulgaria.
Irlanda: el centro europeo de las multinacionales
Irlanda es uno de los destinos más codiciados por las multinacionales debido a su sistema fiscal extremadamente favorable. La tasa impositiva sobre la renta de las empresas es solo del 12,5%, una de las más bajas de la Unión Europea, y esto ha atraído a grandes empresas como Google, Facebook y Apple.
Los principales beneficios de Irlanda incluyen:
- Regime KDB (Knowledge Development Box), que permite tributar al 6,25% los ingresos derivados del uso de activos intelectuales desarrollados con actividades de investigación y desarrollo en Irlanda.
- Tributación reducida para las empresas (12,5%) sobre los beneficios derivados de actividades comerciales activas;
- Exención de las plusvalías para las holdings que mantienen participaciones por al menos 12 meses;
Irlanda se destaca como una de las mejores opciones para empresas que operan en el sector tecnológico, farmacéutico o digital. Sin embargo, el costo de la vida es elevado y la competencia en el mercado laboral es muy alta.
Elegir el país donde registrar su empresa depende de varios factores, incluyendo el nivel de tributación, la simplicidad burocrática y el contexto económico. Sin embargo, hacer una elección estratégica es esencial para el éxito de su actividad y para la satisfacción personal.