El presidente de la Diputación Provincial de Cuenca, Benjamín Prieto, no ceja en su empeño de hacer todo lo posible para finalizar la construcción de la residencia de mayores de Beteta y, a las distintas cartas remitidas a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en los últimos cuatro años sobre este asunto, esta semana ha sumado una más. Y es que ha decidido enviar una nueva misiva al jefe del Ejecutivo regional, Emiliano García-Page, instándole una vez más a un compromiso claro y real para concluir este recurso asistencial, cuya construcción se incluyó, junto a la de Cañete y Priego, en un convenio suscrito por ambas administraciones allá por el mes de julio de 2005.

Es por ello que en esta carta le pide literalmente por escrito que “indique con claridad si está dispuesto o no a terminar el edificio y destinarlo a residencia de mayores, expresando no solo una voluntad débil, sino firme y decidida, que debe ir acompañada del crédito adecuado y suficiente para ello, cuando menos, según las obligaciones de financiación que se establecen en el convenio en vigor”, recordando, además, que “la obra pendiente de realizar está en torno a los dos millones de euros, según informes técnicos que obran en el expediente”. Como consecuencia, desde la Diputación se deja claro en dicho escrito que garantiza la disposición del crédito necesario para afrontar la parte que le corresponda.
Y es que, a juicio de Prieto, no es de recibo que en estos cuatro años de legislatura los únicos movimientos del Gobierno de García-Page sobre este asunto se hayan reducido, por un lado, a un intento en febrero de 2016 de rescindir el citado convenio que da cobertura a esta residencia, a lo que, por cierto, la Diputación se opuso frontalmente, y, por otro, a ofrecer algo más de 100.000 euros como respuesta a una carta de la Diputación en la que le pedía la financiación necesaria para finalizar la residencia, de la misma manera que estaba haciendo la propia institución provincial poniendo a disposición de tal fin un total de un millón de euros.
Con esos antecedentes, no es de extrañar, según subraya Prieto, que se reclame al presidente de la Junta un “compromiso real y claro” en torno a este tema, a la vez que se le insta textualmente a que “la Consejería de Bienestar Social indique de forma clarividente si, finalizada la construcción, las plazas que se generarían van a contar con la financiación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha”.
Y es que, según ha insistido en afirmar, la finalidad es poner en marcha este recurso asistencial, no solo por la importancia que tiene para los habitantes de esta zona de La Serranía conquense, sino también porque de lo contrario sería como tirar a la basura los más de 6 millones de euros invertidos hasta ahora en estas obras. Sobre todo, tal y como se reseña en la carta, si se tiene en cuenta la última decisión del Gobierno de García-Page de rechazar la solicitud de la Diputación a la convocatoria de expresiones de interés, financiada con fondos europeos, para la conclusión de este edificio y la puesta en marcha, en colaboración con la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), de un centro de innovación e investigación de La Serranía de Cuenca; un proyecto alternativo con el que se pretendía favorecer el desarrollo socio-económico de esta zona de la provincia ante el nulo interés de la Junta por finalizar la residencia.
Con este status quo, no es de extrañar que la Diputación haya retomado el proyecto de la residencia de mayores en un claro intento de ofrecer, al menos, a los ciudadanos de esta comarca un recurso necesario a tenor del notable envejecimiento de su población.
Como consecuencia, el presidente de la Diputación ha instado a García-Page a que “no haga oídos sordos a esta petición, al igual que ha venido haciendo con otras demandas de la institución provincial en estos últimos años, y deje, asimismo, de hacer demagogia con los asuntos de nuestra provincia, como también vienen haciendo algunos cargos del PSOE de Cuenca manipulando este asunto de la residencia de Beteta”.
De ahí que concluya su carta señalando que “le pido encarecidamente que se conteste en el plazo de diez días a las pretensiones de la Diputación Provincial de Cuenca de forma clara y decidida”.