– ¿Le ha convencido el argumento de Sánchez? Yo me reafirmo fueran mis propias posiciones. Creo que hay argumentos muy sinceros y francos. Yo creo que el presidente ha dado el paso de abordar directamente el problema que todo el mundo comenta en España y que no se abordaba, que es el de la amnistía. Yo discrepo abiertamente, sinceramente, y voy a trabajar para que no haya divorcio entre la opinión que hay hacia dentro del partido, con la opinión de toda la gente que nos apoya.
– ¿Va a votar a favor o en contra de la consulta? Eso es una decisión que se emite en privado, pero me parece bien que se consulte.
– Y si ganase, porque la militancia apoya que se lleve a cabo acuerdos con otros partidos, ¿los diputados de Castilla-La Mancha apoyarían la investidura? Yo es que no termino de entender por qué se piensa que los diputados de una región pueden tener posiciones regionales. Para hablar en vez de de España, más bien para intentar destrozarla, ya están los independentistas, pero pedirle a un diputado que se presenta en listas con clave nacional que lo que haga es trocear en 17 partes también el Partido Socialista me parece literalmente lo que más le llevaría al orgullo a la gente como Puigdemont. El PSOE tiene clave nacional, piensa en clave nacional, vota con mayorías o minorías. Yo evidentemente tengo una posición que es minoritaria. Sinceramente, no puedo coincidir con una sensación de que estamos encantados con los resultados, pues si estamos encantados con los resultados y estamos encantados con la amnistía, la verdad sea dicha, que habrá tendencia a repetirla. Yo seguiré diciendo lo mismo.
– ¿La pregunta le parece clara o cree que debería incluir la palabra amnistía? Bueno, se ha reclamado dentro, pero se ha descartado. Hay muchos tipos de amnistía. También se ha planteado, de manera que habrá que ver, han pedido un voto de confianza.
– Se ha reclamado dentro que se incluya… Sí, pero bueno, yo no soy portavoz de los demás.
– ¿La intervención ha recibido críticas de algunos compañeros del Comité Federal? Bueno, alguno siempre se desahoga. – ¿Qué le han dicho? No, son a la puerta cerrada las reuniones, yo no puedo ser portavoz y menos de los que me intentan ofender. Yo soy absolutamente respetuoso con las decisiones que tienen que tomar los militantes. La gente, los militantes del Partido Socialista son gente muy veterana en la mayoría de los casos, saben perfectamente lo que tienen que hacer. Basta que un dirigente diga una cosa para que hagan la contraria. Pero una cosa es acatar y otra cosa es comulgar, que son cosas diferentes y con expresiones diferentes en el diccionario. Miren, llevo mucho tiempo en política y no será la primera vez, no será la primera vez que se aprueba casi por unanimidad una cosa y a la vuelta de un tiempo se piensa por casi unanimidad lo contrario. De manera que esta capacidad de adaptarnos a las circunstancias seguramente nos hace encontrarnos dentro de poco con una opinión muy contraria.
– ¿Ha habido más voces críticas dentro? No soy portavoz de los compañeros, hablo por mí mismo, pero por los demás no.
– ¿Pero se ha sentido solo? No, no, no, no, bajo ningún concepto, bajo ningún concepto, se habla con tranquilidad y con libertad. Yo me hubiera sentido muy mal si no me hubieran dejado intervenir, pero, al contrario, creo sinceramente que me han escuchado con una atención extraordinaria.
– ¿Con qué sensación se va entonces del Comité? De este sitio he salido con sensaciones más dramáticas todavía, un famoso 1 de octubre, con lo cual aquello no hay quien lo supere, la verdad sea dicha. Pero bueno, no voy a volver a fumar. Quiero decir que no van a conseguir que vuelva a fumar.