Según han explicado desde la empresa, los restos constructivos pueden ser más cercanos al siglo III, aunque hay restos cerámicos que pueden estar circunscritos al siglo I, lo que podría revelar que el conjunto del hallazgo abarca un espectro temporal amplio en lo que a su ocupación se refiere.
Los restos en cuestión pertenecen, a priori, a la zona de la Palestra o zona común de acceso al restos de estancias, a lo que parece podrían ser los restos de un caldarium (piscina de agua caliente), un pequeño Laconicum (baño de vapor) situado junto a la anterior y otra zona de baño que podría tratarse del tepidarium (piscina de aguas templadas).
Por último, aún sin identificar, hay restos de un hypocaustum (o sistema de calefacción). Se observan además restos de los distintos muros y cerramientos de las distintas estancia interiores, así como un pavimento de piedra caliza ortogonal trabajada y ensamblada en retícula.
Relevancia y proyección del hallazgo
El director de Carpetania, Chema López, explica que la relevancia de los restos recuperados podrían suponer un valor incalculable para el patrimonio cultural de la provincia, ya que hasta la fecha «no se conocen en la provincia de Cuenca restos de termas de ésta época excavadas con metodología científica».
«Si bien es cierto que se ha llevado de manera testimonial una pequeña intervención dentro de un proyecto subvencionado por la Junta en el yacimiento de Valeria, y que en prospección se tienen documentados algunos otros, no existe paralelo equiparable a estos restos, ni por extensión, ni por estado de conservación de los mismos, ni por la complejidad estructural de los restos», ha aseverado.
