El alcalde ha visitado este viernes las obras, que han contado con una inversión municipal de casi 400.000 euros entre ambos viales
Se trata de las dos primeras obras de reforma completa de viales que se acometen en esta zona del municipio, donde hay un plan a largo plazo para ir realizando reformas similares, especialmente en aquellas calles donde los acerados están especialmente deteriorados por las raíces de los árboles. De hecho, el modelo elegido para estas dos estas actuaciones es el que marcará el diseño que se seguirá en el resto a lo largo de los próximos años.
Estas dos obras se licitaron en septiembre de 2021 y se adjudicaron en octubre. Las máquinas finalmente entraron a la zona a comienzos de diciembre, y ahora se ha culminado el trabajo.
El alcalde de Cabanillas, José García Salinas, acompañado de los tenientes de alcalde Luis Blanco y Manuel Gallego, y del edil de Obras Aitor Delgado, ha visitado este viernes ambas calles, para conocer el resultado final de los trabajos, una vez instaladas las luminarias nuevas, que ha sido el último remate de la obra, y que se ha retrasado unas semanas más de lo esperado debido a problemas de suministro, ya resueltos. Ambos proyectos se han ejecutado bajo un diseño del arquitecto alcarreño Álvaro Blanco Roa.
En las dos reformas, la empresa que ha ejecutado las obras ha sido la mercantil «Hocensa», que presentó las mejores ofertas en las respectivas licitaciones realizadas por el consistorio. La reforma de la calle Francisco de Quevedo se adjudicó por un montante de 120.500 euros + IVA, y la de Fernando de Rojas por casi 185.400 + IVA. De este modo, la inversión conjunta entre ambas calles supera los 370.000 euros.
Obras muy ambiciosas
El alcalde ha destacado la calidad de la obra ejecutada, en una remodelación integral muy ambiciosa, que ha mejorado notablemente el estado de estos viales.
Así, en la calle Fernando de Rojas se ha mejorado el tránsito peatonal de la acera ampliando el paso existente en la mayoría de elementos desde los 100 a los 120 centímetros. Se ha sustituido toda la pavimentación anterior del acerado, por otra basada en adoquines de hormigón, de acabado en colores grises-rojizos, y en los pasos de vehículos se han colocado baldosas hidráulicas de botones de color rojo. En los árboles que se han mantenido se han construido nuevos alcorques con bordillos perimetrales, cubiertos con rejas metálicas. Además, en la calzada se ha extendido una capa de rodadura, homogeneizando toda la vía. En cuanto a las nuevas farolas, se han modificado algunos puntos, instalándolas a más de 150 centímetros de los cerramientos de parcela de las viviendas, para mejorar el paso peatonal. Se ha realizado una nueva base, y se ha cambiado toda la instalación de alumbrado público, incluidas las arquetas de paso y de pie de farola.
Muy similar ha sido la actuación en Francisco de Quevedo, una calle especialmente larga, y muy transitada por el tráfico rodado, ya que es uno de los viales principales de entrada y salida de la zona residencial del Mirador, ya que perimetra todo el barrio comunicando la carretera CM-1007 con el nudo de la N-320, el Polígono de La Quinta y la salida a la R2.