Recientemente ha sido encontrada una avutarda (Otis tarda) electrocutada bajo un tendido eléctrico en el término municipal de Mesones, pedanía de El Casar, especie catalogada como vulnerable en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Castilla La Mancha. Los hechos han sido puestos en conocimiento de los agentes medioambientales. Estos casos son un recordatorio impactante de los riesgos que representan los tendidos eléctricos para la avifauna y la biodiversidad en La Campiña (zona de muy alta biodiversidad) y en toda la provincia de Guadalajara.
En el caso de las avutardas, el aumento de los tendidos eléctricos pone en riesgo su comportamiento migratorio y, en el caso de los machos, más del 20 por ciento muere cada año como consecuencia de colisiones con los cables (según la investigación llevada a cabo por el MNCN-CSIC y la Universidad Complutense de Madrid durante 20 años). Recordemos que las avutardas se encuentran entre las aves más pesadas del mundo con capacidad para volar y efectuar migraciones. Su peso, que puede llegar a los 16-18 kg, dificulta que en ocasiones puedan remontar los tendidos eléctricos, colisionando contra ellos.
Ecologistas en Acción recuerda que no se han ejecutado los planes para corregir los tendidos eléctricos peligrosos para las aves, que causan 33.000 muertes al año, y que de haberse realizado habrían evitado la pérdida del ejemplar de Mesones. A los tendidos de baja y media tensión, se unen las cada vez más frecuentes líneas aéreas de alta tensión que evacúan la energía desde las plantas fotovoltaicas y los parques eólicos que se están instalando en Guadalajara.
Por tanto, los tendidos eléctricos y las líneas aéreas de alta tensión en particular son cada vez más abundantes en nuestra provincia; sin embargo no se ponen soluciones para evitar la enorme mortalidad que causan en la avifauna. Las líneas de alta tensión son la principal causa de mortalidad en especies en peligro de extinción como el águila imperial ibérica, el águila perdicera o la avutarda hubara canaria. Muchas muertes se podrían evitar modificando los apoyos eléctricos e instalando y manteniendo adecuadamente los dispositivos salvapájaros que hacen que los cables sean más visibles y detectables para las aves, incrementando la seguridad y minimizando los riesgos de colisión o electrocución.
Desde Ecologistas en Acción de Guadalajara nos preguntamos a qué está esperando la Junta de Castilla-La Mancha para invertir en protección para la avifauna amenazada y proteger la enorme biodiversidad de la región y en particular de nuestra provincia.