La obra de Ramón María del Valle-Inclán vertebra “Esperpento. Arte popular y revolución estética”. El profesor de la Facultad de Bellas Artes del campus de Cuenca José Antonio Sánchez forma parte del comisariado de la exposición. La muestra recorre el universo cultural de España de principios del siglo XX a través de documentos, obras y objetos de artistas nacionales e internacionales que influyeron en la creación y comprensión del esperpento.
La exposición “Esperpento. Arte popular y revolución estética” se estrena en el Museo Reina Sofía de Madrid con la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) formando parte del comisariado. Se trata del profesor de la Facultad de Bellas Artes de Cuenca José Antonio Sánchez, que pertenece al equipo curatorial encargado de orquestar esta exposición con la obra de Ramón María del Valle-Inclán como máximo exponente, recorriendo así el universo cultural de la España de principios del siglo XX.
La muestra incluye gran variedad de documentos, objetos y obras de artistas de la historia del arte español y de la modernidad internacional, abordando el concepto de “esperpento” como un núcleo de pensamiento estético que puede ofrecer una nueva perspectiva para entender la realidad de forma crítica y a la vez grotesca. Entre los autores encontramos artistas castellanomanchegos como Miguel Prieto o la Tía Sandalia, entre otros. Con sus aportaciones, ayudan a entender la síntesis estética del esperpento a través del arte popular y los movimientos artísticos de la época.
Dividida en ocho secciones, “Esperpento” atraviesa el universo cultural de la España del primer tercio del siglo XX con claras referencias a la obra de Valle-Inclán. Partiendo de la tradición de lo goyesco y las formas populares de cultura visual de finales del XIX, el viaje continúa por las nuevas formas de percepción de la realidad en el XX para seguir con un tablado de marionetas. Esta escenificación determina, de manera metafórica, que los personajes esperpénticos movidos por hilos son el reflejo del ser humano, manejado por élites ocultas.
En estos tres primeros espacios dedicados a la génesis del esperpento encontramos caricaturas políticas, el guiñol, teatros de sombras, referencias a las pseudociencias y la popularización del ocultismo o las vanguardias. La cuarta sección se centra en la fiesta popular del carnaval. En ella, entremeses, folletines, farsas o romances de ciego muestran cómo estos géneros representaban una realidad alejada de la alegría y marcada por la violencia, el feminicidio y el militarismo.
Todas estas antesalas preceden a la sección dedicada a “Luces de bohemia”, obra homónima y referente de Valle-Inclán. El protagonista, Max Estrella, explica la idea del espejo cóncavo, que deforma la realidad reflejada de manera sistemática con un punto cómico y satírico, principios que rigen el esperpento. Su comprensión da paso a la sección seis, que recupera el retablo como soporte narrativo profanador, incluyendo pecados, instintos y pasiones.
La exposición culmina con las dos últimas secciones dedicadas a los escritos que Valle-Inclán realizó sobre el auge de los fascismos. El séptimo espacio critica el imperialismo y los regímenes despóticos mientras que el octavo realiza una interpretación trágica de la historia de España tras la muerte del autor gallego.
Sánchez completa el equipo curatorial junto al también coordinador de la exposición, Rafael García, Pablo Allepuz, Germán Labrador, Beatriz Martínez-Hijazo y Teresa Velázquez. La muestra estará disponible hasta el próximo diez de marzo de 2025 en la planta uno del edificio Sabatini.
El esperpento va más allá del género literario de Valle-Inclán. La exposición bucea por el potencial revolucionario de este concepto a partir de dispositivos visuales y su intercambio con la cultura popular. Desde el equipo responsable de la exposición, señalan que el esperpento ha sobrevivido al paso del tiempo y ha traspasado la obra de su creador, convirtiéndose en una propuesta estética que se encuentra más viva que nunca.