El Hospital Universitario de Guadalajara, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), cuenta ya con una Unidad de Ictus. Esta nueva unidad obedece al compromiso del Gobierno de Castilla-La Mancha por aumentar la cartera de servicios y prestaciones del centro hospitalario guadalajareño.
La Unidad de Ictus se sitúa en la planta 4B del antiguo hospital. Con su creación, la Gerencia del Área Integrada de Guadalajara ofrece una atención integral al paciente con ictus desde los primeros momentos tras suceder el accidente cerebrovascular. Se persigue con ello una rapidez en la atención que contribuye a minimizar secuelas y garantizar la mejor recuperación posible.
Se estima que la nueva unidad podría atender cada año a entre 450 y 500 pacientes que sufren un accidente cerebrovascular en Guadalajara, tanto hemorragias como infartos cerebrales, unas patologías “muy frecuentes que son la segunda causa de muerte en mujeres de más de 65 años y la tercera en hombres, y la que más discapacidad provoca”, ha señalado el jefe de Neurología del Hospital de Guadalajara, el doctor Antonio Yusta.
Con la creación de la unidad no sólo se atiende el ictus desde el primer momento sino que además se garantiza la continuidad asistencial. De este modo, el neurólogo que atiende al paciente desde que tiene lugar el ictus hace también el seguimiento durante su estancia hospitalaria y durante su recuperación, lo que garantiza una mejor atención y pronóstico.
Se trata de unidades en las que se lleva a cabo una vigilancia permanente durante las primeras horas para controlar que el paciente no sufra un nuevo ictus o un empeoramiento clínico del ictus que ha sufrido. Resulta fundamental para minimizar las secuelas, reducir la mortalidad y la morbilidad y preservar o favorecer la recuperación de las destrezas para las actividades básicas de la vida diaria (ABVD) con el fin de garantizar la mayor autonomía posible del paciente.
La gerente del Área Integrada de Guadalajara, Elena Martín, ha subrayado que la creación de esta unidad obedece al compromiso del Gobierno de Castilla-La Mancha de incorporar nuevas unidades en el antiguo hospital conforme se llevan a cabo los traslados de servicios a la ampliación.
Con la nueva Unidad de Ictus, Guadalajara es un área sanitaria pionera dentro del servicio público de salud a la hora de atender íntegramente el proceso de atención al paciente que sufre un ictus, desde los primeros momentos hasta el inicio de la recuperación y la rehabilitación integral y multidisciplinar que ofrece el Instituto de Enfermedades Neurológicas de Castilla-La Mancha a los pacientes que por su situación pueden beneficiarse de este tipo de rehabilitación.
Cuatro puestos de vigilancia permanente
El paciente que sufre un ictus es atendido inicialmente en Urgencias y en su Unidad de Vigilancia Avanzada, desde donde pasa a la Unidad de Ictus (o bien al centro de referencia en caso de precisar cirugía).
Los pacientes permanecen en la Unidad de Ictus durante un periodo que oscila entre las 24 y las 72 horas antes de pasar a hospitalización convencional.
Para la creación de la nueva unidad se han realizado obras consistentes en unificar antiguas habitaciones de hospitalización para crear una sala con cuatro puestos. La sala está dotada de moderna tecnología y se sitúa frente al control de Enfermería, cuyo personal vigila de manera constante la evolución de los pacientes, monitorizados las 24 horas del día.
Este personal se ha formado específicamente en protocolos de atención a pacientes de ictus y en la vigilancia especial o los cuidados que precisan a nivel de tensión arterial, saturación, vigilancia del sangrado, nivel de consciencia o disfagia, entre otros.
Por otra parte, en el pasillo de la unidad se han instalado barandillas con las que los pacientes pueden ayudarse para caminar, lo que facilita el inicio de su rehabilitación motora.