El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) participó ayer en la vigésimo cuarta reunión del Comité Local de Información de la central nuclear Trillo (Guadalajara) para presentar la evaluación de la seguridad en el funcionamiento de la instalación durante el año 2024. Este encuentro anual, organizado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miterd), permite al CSN informar periódicamente a la ciudadanía y a las distintas entidades de la zona sobre temas relacionados con la seguridad nuclear y la protección radiológica, además de servir como foro de encuentro para intercambiar experiencias y abordar temas de interés.
El organismo regulador, a través de la jefa de proyecto de la central, Asunción Barquín, presentó al medio centenar de asistentes los diferentes mecanismos con los que el CSN cuenta para supervisar y controlar el funcionamiento de este tipo de instalaciones. A este respecto, explicó que la central de Trillo operó en 2024 de forma segura y sin incidencias relevantes.
Centrándose en el Sistema Integrado de Supervisión de Centrales Nucleares (SISC), herramienta fundamental para la vigilancia, que permite también identificar las acciones regulatorias necesarias en función de los resultados de la evaluación, Barquín explicó que el pasado año el CSN llevó a cabo un total de 23 inspecciones en la central de Trillo. En estas, se identificaron 18 hallazgos que fueron clasificados con el color verde, lo que indica que su importancia para la seguridad fue muy baja.
Asimismo, informó de que la central notificó dos sucesos al CSN durante el año. Uno relacionado con una inadecuada transposición de un requisito de vigilancia y el otro consistente en un error en el protocolo de comprobación y ajuste de la posición de barras de control. Ambos sin significación para la seguridad, por lo que fueron clasificados como nivel 0 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES).
Entre las principales actividades llevadas a cabo por el regulador sobre esta central, destacó la renovación de su permiso de explotación, que podrá operar hasta 2034. En este sentido, Barquín recordó el minucioso trabajo del regulador tras la solicitud del titular para prolongar la operación de la instalación. Asimismo, hizo referencia a la modificación del Plan de Residuos Radiactivos y del Combustible Gastado para la operación a largo plazo, un cambio en el Plan de Emergencia Interior y del manual de protección radiológica para su adaptación al Reglamento sobre protección de la salud contra los riesgos derivados de la exposición a radiaciones ionizantes.