Eduardo Soto es todo un personaje que ha elegido Cuenca como centro vital y como lugar privilegiado para mirar desde su ventana al resto del mundo. Biólogo de formación y ecologista por convicción, es ante todo un inconformista empeñado en dejar a nuestros hijos un mundo mejor o al menos, más limpio de lo que él se encontró al nacer. Y en eso está. Director de La Fuga, con ella quiere abrir los ojos a la ciudadanía y despertar la imaginación ante lo que podría suceder si finalmente el ATC se instala en Villar de Cañas, a un paso de la capital conquense….
-Aunque, Eduardo, no está nada claro que finalmente se vaya a construir con este cambio de Gobierno….
No, no lo está, al menos no tanto como cuando gobernaba el PP. Precisamente una de las primeras cosas que le pedimos a la Ministra Teresa Ribero es que retire la demanda de la Abogacía General del Estado a la ampliación de la zona ZEPA del Hito y se pueda así denegar la autorización previa al ATC.
-El alcalde de Villar de Cañas, José María Saiz, está convencido de que se va a hacer.
Hasta el reciente cambio de gobierno yo habría dicho que tenía razón. Sin embargo, ahora tendrá que rehacer sus planes.
-Él apuesta el futuro del pueblo a la construcción y puesta en marcha del ATC. O todo o nada….
Bueno, esta es una apuesta fallida y demagógica, como casi todas las que lo son a todo o nada. La construcción del ATC, como ha sucedido en otros lugares del mundo con las iniciativas de la energía nuclear, es innegable que dejaría cierto dinero en el pueblo durante un tiempo. Pero conviene molestarse y comprobar qué ha pasado en esos lugares después de unos años: abandono de la población, aumento del número de enfermedades, desánimo. Se convierten en camafeos vacíos. Nadie quiere habitar un cementerio que va a estar produciendo contaminación radiactiva durante al menos 10.000 años. Vivir permanentemente con el riesgo de un accidente que arrasaría tu familia y tu casa erosiona las ganas de vivir y acaba calando incluso en los que más se puedan beneficiar de ese dinero inicial. Es como en los cuentos clásicos: quien vende su alma al diablo, disfruta inicialmente de sus prebendas, pero no tarda en arrepentirse de una decisión cortoplacista. Villar de Cañas lleva desde 1560 en los libros de historia, no debería maldecir para siempre su tierra por un caramelo envenenado.
-La ubicación del ATC es una decisión política que se tomó en tiempos de Zapatero, que mantuvo Rajoy… y con la que siempre ha estado en contra el gobierno de Emiliano García-Page. ¿Crees que ha puesto toda la carne en el asador este gobierno para que no se construya el ATC? ¿Más por convicciones o por llevar la contraria al PP?
La verdad es que no es una cuestión que yo pueda dilucidar porque no pertenezco a ninguno de esos partidos. Lo que sí parece evidente es que la población carece y ha carecido de toda la información necesaria sobre lo que es y significa la construcción de un ATC. Lo hemos comprobado en la calle y en cientos de encuestas. Lo que se sabe al respecto no sirve en absoluto para tomar una decisión con criterio. La gente ha apostado a favor o en contra por habladurías o simplemente por simpatías políticas. Este es un error que no podemos permitirnos en el alfabetizado siglo XXI. Hay que informar, hay que informarse, obtener opiniones diferentes y contrastadas, presentar y estudiar los datos antes de juzgar.
-Vamos a intentar sintetizar las razones por las que no debería llevarse a cabo este proyecto. Cómo intentarías convencer a una señora que pasea por Carretería, en Cuenca, de que el ATC no es la mejor opción, ni por asomo….
El problema de la energía nuclear reside en sus residuos. Los residuos no son ceniza inerte, es una materia encolerizada e inescrutable, violenta, incontrolable y estéril, por eso la meten en un cilindro y la mandan encerrar lejos. Esos residuos son tóxicos y muy, muy peligrosos para la salud. La ciencia no sabe cómo calmar esa materia que se mantendrá enfurecida al menos durante 10.000 años. ¿Viviría con un sicópata en el cuarto contiguo?
-Y cómo convencerías ya no al alcalde de Villar de Cañas, sino a un señor que vive en el pueblo y que, como el alcalde, cree que es lo mejor para el futuro del pueblo…
No hay una sola prueba de que la radiactividad sea beneficiosa para el campo, para la robustez del ganado, para la fertilidad de la tierra, para incrementar la calidad de los productos, para la salud de sus hijos. Todo lo contrario. Aún estoy deseando saber cuál es el argumento a favor del ATC más allá del supuesto beneficio derivado de unos escasos puestos de trabajo residuales y altamente peligrosos.
-Aquí nos chocamos de frente con el gran problema que sufre Cuenca, que es la despoblación. ¿Qué medidas consideras que hay que adoptar para luchar contra ella sin tener que recurrir a “atc’s”?
El ATC no resolvería en ningún caso la despoblación, como hemos dicho agravaría el problema. Las soluciones no son difíciles. Entramos en una nueva era energética. Las energías renovables ya son eficientes y rentables. Aquí hay un ancho camino para recorrer y producir trabajo y energía en un ambiente saludable a corto, medio y largo plazo, sin peligro, cuidando el planeta, atrayendo turismo y nuevas formas de empleo.
Esto no es ciencia ficción, la energía fotovoltaica ha atraído inversiones a nuestro país (el del sol) en los últimos 5 meses, por valor de 20.000 millones de euros. Aquí hay empleo sin riesgo, sostenible, saludable. Los jóvenes querrán volver a una tierra donde la energía es barata, el aire es puro y el campo es fecundo.
-El futuro, Eduardo, es verde o no será…
Las bodegas ya están tomando medidas para hacer frente a un futuro más caluroso: cambian la variedad tempranillo por la monastrell, escogen uvas que soportan mejor la sequía que se nos viene encima. Proliferan los tintos alemanes y en Reino Unido se plantaron el año pasado un millón de vides para producir dos millones más de botellas. El cambio climático no es un chascarrillo, es una realidad creciente que está afectando ya la conducta y la economía de todo el planeta. Si no reconducimos nuestra forma de consumir y de servirnos de la energía, nuestra gestión de los residuos y del medio ambiente, no tendremos más remedio que asumir unas condiciones de vida nada gratas. El verde es el color que convierte la luz ultravioleta del sol en la materia de la que nos alimentamos todos los seres vivos. Las ideas ecologistas, vilipendiadas hoy, serán las únicas ideas relevantes que recordarán los libros de historia del futuro.
-Por cierto, habéis organizado una dramafestación el próximo día 23, ¿en qué consiste?
La teatralización de una Evacuación de Cuenca es un modo diferente de manifestar el descontento por la falta de información sobre la construcción del ATC y el riesgo que supone para la ciudad su construcción. Mostraremos en el casco antiguo las calamitosas consecuencias vividas en la historia reciente de Chernobyl y de Fukushima. Para ello se convoca a todos los conquenses y participantes de todo el país en el Barrio del Castillo a las 12.30 horas donde se iniciará a las 13.00 una marcha de evacuación, ataviados con mascarillas y equipaje, hasta la plaza Mayor donde se realizará una dramatización conjunta de “muerte y desolación” a las 14.00 horas. Será una jornada distinta y memorable, que además quedará registrada en celuloide para el futuro.