Han sido muchos los conquenses, alrededor de trescientos en la estación de Cuenca, y varias decenas, en la de Tarancón, los que han despido al último tren que circulará, de momento, por la línea Cuenca-Aranjuez. Después de 137 años, Adif suspende a partir de mañana miércoles la circulación en este trayecto. Con anterioridad, ya se había suspendido la circulación de trenes entre Cuenca y Utiel por culpa, dijeron entonces, de las fuertes nevadas de Filomena de hace dos años. Alguien decidió hace ya tiempo abandonar a su suerte la línea que unía Madrid con Valencia por el trayecto más corto, Cuenca. Se apostó por la línea hermana, la que une Madrid con Alicante por Alcázar de San Juan. Por esa vía se derivaron todos los trenes de mercancías, y poco a poco también se fueron abandonado a los viajeros. De hecho, desde hace ya algunos años, los trenes ya no llegaban ni a Valencia ni a Madrid, sino a Utiel y Aranjuez.
Las traviesas de cemento, que en su día se descargaron a lo largo de la vía con el propósito de cambiarlas por las viejas de madera, se quedaron ahí para siempre, sin ser sustituidas. Ha sido ahora, cuando la muerte anunciada de esta infraestructura se ha hecho realidad, cuando han vuelto los trenes de mercancías y los operarios, pero para retirarlas. No se ha querido mejorar nunca porque nuestra provincia importa poco a los dirigentes estatales. Cuenca, una de las provincias más despobladas de España, ha vuelto a ser una vez más vaciada, quitándole su ferrocarril regional y dejando a sus pueblos y ciudades más incomunicados que nunca.
De unos años a esta parte, los dirigentes locales, provinciales y regionales del PSOE, que habían defendido, como la mayoría de los conquenses, el mantenimiento y la mejora de esta infraestructura histórica, han dejado de hacerlo. Fue entonces cuando los alcaldes afectados, miembros de la agrupación Pueblos con el tren, salieron a defender con uñas y dientes su ferrocarril. Contaron, desde el principio, con el apoyo de todas las plataformas en defensa del ferrocarril, con los sindicatos, con la mayoría de los partidos políticos (PP, Ciudadanos, Podemos, Vox) y con un gran número de asociaciones, como Cuenca Ahora.
Hoy en Cuenca, en Tarancón y en otros pueblos de la provincia, ha quedado demostrado que no todo está perdido. Decenas o cientos de conquenses, como han venido haciendo a lo largo de los últimos dos años, se han acercado a sus estaciones de tren para mostrar públicamente su descontento y su compromiso con el ferrocarril y con la provincia de Cuenca. La lucha, como ha dicho alguno de los presentes, en estas concentraciones va a continuar.
Va a continuar también en Europa, porque el Parlamento Europeo ha decido mantener abierto el debate sobre la modernización del ferrocarril, que planteó en la Comisión de Peticiones, a través de videoconferencia, nuestro compañero Fernando Casas en nombre de Cuenca Ahora y la España Vaciada. La modernización de nuestra línea ferroviaria es necesaria, defendió Fernando Casas, ¨para una mejor protección de los derechos fundamentales de las personas que viven en los pueblos de las zonas despobladas, y dar una respuesta consistente al reto demográfico¨.
Cuenca Ahora apoya, como ha venido haciendo hasta ahora, todas las iniciativas y acciones emprendidas por Pueblos con el tren. En este sentido, nos felicitamos de que desde esta agrupación de alcaldes se haya decidido, finalmente, recurrir judicialmente el cierre del ferrocarril Madrid-Cuenca-Valencia por “graves incumplimientos en la forma y el fondo en el que se ha llevado a cabo”. Cuenca Ahora anunció, hace ya unas semanas, que teníamos la intención de presentar un recurso ante la Audiencia Nacional. Hoy nuestro coordinador, Cruz Fernández, ha confirmado en Tarancón, a donde ha acudido para despedir al último tren, que ahora toca continuar la batalla en los Tribunales de Justicia, que esta misma semana se dará cuenta a la prensa del recurso presentado. Asimismo, ha recordado a los taranconeros que “el Ave no pasa por Tarancón” y que “para ir a Madrid o vamos a Cuenca a coger el Ave o vamos en coche o autobús”. “No hay que ir a Harvard para saber las diferencias entre los trenes de alta velocidad y los trenes regionales que vertebran territorios”.
Los conquenses han demostrado siempre a lo largo de los últimos meses, en las manifestaciones y concentraciones a las que han asistido, que quieren un futuro para esta provincia y que el mismo no pasa por permitir que dejen de circular los trenes o que se arranquen las vías del tren, como quieren los más desaprensivos. Hoy es un día triste pero lleno de esperanza porque los ciudadanos de la provincia de Cuenca están dispuestos a defender lo que es suyo, el tren.