El Gobierno de Castilla-La Mancha se ha felicitado porque el Plan Estratégico Nacional para la aplicación de la reforma de la Política Agraria Común (PAC) en España incluya finalmente, en el periodo de 2023 al 2027, una ayuda asociada para el olivar de bajo rendimiento como se venía solicitando, “manteniendo la coherencia”, por parte del Ejecutivo castellanomanchego desde el año 2015 y que va a beneficiar a los olivicultores de la Comunidad Autónoma.
El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, así lo ha manifestado en declaraciones a los medios de comunicación durante su visita a la almazara familiar Toletvm-Morlín, de Nambroca (Toledo), en la cual ha visitado las instalaciones acompañado por la propietaria, Cristina Moro, así como por el alcalde Víctor Botica, concejales del equipo de Gobierno local, miembros de la cooperativa, además de la directora general de Alimentación, Elena Escobar; y del delegado provincial, Jesús Fernández.
Martínez Arroyo ha traducido a datos la importancia de este sector en la región, ya que es la segunda en superficie a nivel nacional, con 450.000 hectáreas de olivar, del cual, el 85 por ciento, es además un olivar de secano; y cuenta con un 17 por ciento de superficie en ecológico, lo que significa cerca de 80.000 hectáreas.
Gracias a estas condiciones, ha dicho, “Castilla-La Mancha se va a beneficiar extraordinariamente de la ayuda acoplada que va a haber en España a partir del año 2023 para el olivar de bajo rendimiento”. Una medida que desde el Gobierno regional se ha venido reiterando desde 2015 ante el Ministerio de Agricultura con diferentes ministros.
Siempre, ha proseguido, “desde el Gobierno se ha estado manteniendo la coherencia desde la región porque entendíamos que éste es el olivar que necesita de los apoyos públicos, porque el olivar de secano y de bajo rendimiento tiene que competir en el mercado con olivares intensivos y superintensivos que, además, no tenemos en Castilla-La Mancha”.
Y para poder competir es necesaria la ayuda pública, la diferenciación y se ha mostrado satisfecho porque “por primera vez en España va a haber una ayuda acoplada exclusivamente para el olivar de bajo rendimiento”. Va a ser un total de 137,5 millones de euros a nivel nacional entre el 2023 y el 2027 para una superficie de olivar importante.
En este sentido ha dicho, “es el reconocimiento a la realidad de nuestra tierra y a la demanda que desde estas tierras se hizo para priorizar una determinada forma de producción que es muy sostenible y que, además, es pura dieta mediterránea”.
Estas declaraciones has ha realizado Martínez Arroyo esta mañana en la cooperativa Morlín de Nambroca, una empresa familiar que nace en 1940, siendo una de las primeras estribaciones de los Montes de Toledo, cerca de la capital regional, y que cuenta con unas 400 hectáreas de olivos, algunos con más de 500 años, de las variedades cornicabra, acogida a la Denominación de Origen Montes de Toledo, picual y arbequina.
El consejero ha asegurado que “esta empresa es ya reconocida en muchos lugares con su marca Toletvm, como un aceite de excelencia”. El aceite es de los mejores productos que tenemos en Castilla-La Mancha y se produce gracias a que almazaras como ésta, con 200 olivicultores detrás, “hacen posible ese milagro de la alimentación, que acaba en este caso en una botella de aceite que es pura dieta mediterránea” y que, con el nombre de Castilla-La Mancha, llega a la restauración más cercana, a los próximos a la capital regional y a muchos otros lugares de España y fuera de nuestras fronteras.
Es por ello que Martínez Arroyo ha roto una lanza a favor de este tipo de pequeñas empresas que le dan valor al fruto y aportan valor en nuestra tierra, en los pueblos, “para hacer mejor a Castilla-La Mancha cada día y, de esa forma, seguir avanzando en el sector agroalimentario que aporta más a la riqueza regional”, ha finalizado.