Dos equipos de arquitectos voluntarios se han desplazado en estos días a las dos zonas en las que la DANA ha afectado estructuralmente a los edificios en la región de Castilla-La Mancha: Mira y Letur para prestar servicio de manera inmediata, siguiendo un protocolo de emergencia.
Especialmente sensibilizados ante la dimensión de la catástrofe, humana y material, los arquitectos castellano-manchegos reaccionaron de inmediato ante la petición de ayuda técnica por parte de las autoridades en los pueblos y provincias afectados. El pasado viernes, 1 de noviembre, la alcaldesa de Mira, Miriam Lava, pedía ayuda para revisar el estado estructural de las viviendas, antes de que los voluntarios entraran a limpiar en ellas. En los dos días siguientes, el sábado, domingo y lunes, 2, 3 y 4 de noviembre, respectivamente, un grupo de 14 arquitectos se personó en Mira.
Se organizaron en dos grupos, uno a cada lado del río Mira, que había desbordado la DANA. El primer grupo fue inspeccionando cada vivienda del pueblo, de manera sistemática. El otro, se hizo cargo de aquellas que, a priori, estaban más dañadas, según las indicaciones del Ayuntamiento y siempre coordinados por el arquitecto municipal.
En permanente contacto con el Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha, los voluntarios conquenses recibieron un protocolo de actuación para emergencias, que se sirvió de un sistema de colores y figuras para clasificar el estado del edificio de manera que vecinos y voluntarios supieran, a primera vista, si tenía problemas estructurales o bien se podía pasar ya a su limpieza. El COACM gestionó estos protocolos con la coordinación de la demarcación de Albacete y el asesoramiento del colegio de arquitectos de Murcia (COAMU), ambas instituciones con una gran experiencia en emergencias y un equipo consolidado en este sentido.
El equipo de arquitectos revisó 140 viviendas a lo largo de todo el fin de semana. Además, también asesoró a los bomberos en tareas de apuntalamiento de los edificios y construcciones susceptibles de derrumbe. Los datos obtenidos se trasladaron a un mapa de Google que se puso a disposición del ayuntamiento, del arquitecto municipal, bomberos y servicios de coordinación de emergencias ya el mismo lunes, y, a partir de ese momento, de las autoridades que lo necesiten.
“El criterio y la experiencia de Lorca han sido fundamentales para organizar nuestra labor, así como también la experiencia de Mayte Cuesta, arquitecta de Buenache de Alarcón, localidad que ya sufrió una DANA en 2023, y autora de los necesarios 97 informes de daños”, afirma Juan José Ramón, presidente de la demarcación de Cuenca del COACM, principal inspirador de la acción junto a Pablo León, presidente de la Agrupación de Arquitectos Peritos y Forenses del COACM. Asimismo, Juan José Ramón agradece “la respuesta solidaria e inmediata de los arquitectos conquenses al llamamiento que hicimos desde el Colegio”.
En el caso de Letur, en Albacete, la demarcación del COACM en aquella provincia tiene establecidos protocolos de emergencia, de manera que, desde el primer momento, dos arquitectos, Ana Teresa García, con formación específica en emergencias, y Eduardo Mascagni, presidente de la demarcación de Albacete del COACM, han colaborado con el plan emergencias del Gobierno regional y de Protección Civil en todo aquello que se les ha solicitado. La primera inspección allí la llevaron a cabo los técnicos de la Diputación Provincial, pero en los días siguientes han contado ya, en numerosas ocasiones, con el apoyo y la visita de Mascagni y García.
La rápida reacción de los arquitectos ante el desastre natural, se ha sumado a la igualmente rápida reacción del Gobierno regional para acercar la ayuda, inicialmente de primera necesidad, y después económica, a los afectados.
A petición de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha (Consejería de Fomento), el COACM va a poner al servicio de las dos oficinas de asesoramiento y atención a los afectados que se han instalado en Mira y Letur, respectivamente, la labor de arquitectos formados en materia de emergencias.
La misión principal de estas oficinas va a ser la de terminar de gestionar los informes de los edificios afectados, pero también la de liberar desde ellas, y en la cercanía, los fondos regionales adjudicados para emergencias, incluyendo, además, la ayuda necesaria para la gestión de los seguros. “Ante la llamada de la Junta, por supuesto, los arquitectos nos hemos volcado. La respuesta ha sido incluso emocionante. Me hace sentir un gran orgullo por la reacción solidaria, e inmediata, de nuestra profesión en un momento de tanta necesidad”, señala la decana del COACM, Elena Guijarro.
Por su puesto, la capacidad profesional de COACM también está a disposición de la Comunidad Valenciana, si fuera necesaria. De hecho, el colegio castellano-manchego está en contacto permanente con el Colegio de Arquitectos de Valencia y con el CSCAE. “Ambas instituciones saben que, en cuanto se produzca una llamada requiriendo nuestra ayuda, la respuesta va a ser un sí inmediato”, añade la decana.
Formación de la Agrupación de Emergencias del COACM
El colegio de Arquitectos de Castilla-La Mancha ya cuenta con una Agrupación de Arquitectos Peritos Forenses de Castilla-La Mancha (AAPF-CLM), con profesionales dispuestos a prestar sus servicios como peritos expertos al servicio de la Justicia.
Sin embargo, la DANA ha revelado la necesidad de reaccionar de manera inmediata ante situaciones como la vivida en Castilla-La Mancha y Valencia. Por lo tanto, el COACM ha adoptado la decisión, que se ratificará en breve en junta directiva, de crear una agrupación específica de arquitectos, a nivel regional, con capacidad de intervención rápida en toda Castilla-La Mancha para la gestión de este tipo de emergencias provocadas por catástrofes naturales.
Como primer paso, el COACM ha formado ya un grupo de evaluadores de riesgo del que forman parte ya los dos arquitectos de Albacete, Eduardo Mascagni y Ana Teresa García, y los dos de Cuenca, Juan José Ramón y Pablo León, que están en permanente contacto con la administración local y regional, coordinados desde el colegio.
La labor de los arquitectos que pertenezcan a esta agrupación será siempre voluntaria y, desde el COACM se va a facilitar su formación continua en materia de emergencias y catástrofes de cualquier índole, así como también se va a diseñar un protocolo de intervención rápida, en colaboración con todas las instituciones y entidades intervinientes, para poner al servicio de la sociedad el conocimiento de los arquitectos allí donde sea necesario. Este protocolo incluirá también la puesta a disposición de la sociedad de portavoces que puedan informar, desde la prudencia y la responsabilidad e igualmente en contacto con el resto de administraciones, a la sociedad de detalles técnicos sobre los sucesos, en materia, naturalmente del conocimiento de los arquitectos.