Con la llegada del mes de noviembre, dedicado litúrgicamente a conmemorar a los difuntos según la tradición católica, la V. H. de Ntra. Sra. de la Soledad (vulgo de San Agustín) ha vestido un año más de luto a su Imagen Titular. Según explican desde la Hermandad, la tradición de vestir a las imágenes marianas “se inicia en Madrid en 1565, cuando doña María de la Cueva, condesa viuda de Ureña y Camarera Mayor de Isabel de Valois, dona uno de sus propios trajes de luto para vestir la imagen de la Soledad que Gaspar Becerra talló por orden de la la reina para el convento madrileño de Ntra. Sra. de las Victorias. Fue tanto del gusto popular que, esta forma de vestir así a las Dolorosas, se extendió por toda la península, siendo la forma de vestir la de una viuda castellana noble de la corte de Felipe II, con toca y estola”.
La camarera de Nuestra Señora de la Soledad de San Agustín detalla que “si bien el tamaño de la toca puede variar, se ha considerado vestir a Nuestra Señora de la Soledad de ‘viuda castellana’ para el mes de noviembre, con toca pequeña o rostrillo, estola (que recupera bordados antiguos) cayendo de los hombros, saya y manto negro”. La Imagen, además, “porta un rosario del s. XVIII (prestado por un hermano) y pañuelo de deshilado lagarterano. Así se entronca con la tradición castellana de vestir a las imágenes de Virgen María con la que, probablemente, participó en sus orígenes”.
Garrote explica además que “el rostrillo y la estola han sido confeccionados por Taller del Bordado en Oro San Julián. La nueva indumentaria (rostrillo, estola y pañuelo) han sido donados a la hermandad por una familia”. La Imagen de Ntra. Sra. de la Soledad de San Agustín permanecerá de luto a lo largo de todo el mes de noviembre.