El grupo de Izquierda Unida ha calificado este lunes de “nauseabunda” la moción de Vox.
La extrema derecha usa como una de sus tácticas de difusión el uso de bulos y “fake news”, creando una visión alternativa de la realidad que refuerce su relato. Una de sus temáticas favorita es la inmigración. Eso es lo que pretendió en la sesión plenaria de ayer el grupo municipal Vox, afirma María José Pérez Salazar, portavoz del grupo.
De manera tajante, Pérez ha criticado la actitud del portavoz de Vox, Miguel Ángel Flores. Intentaba hacernos creer lo preocupados que estaban por las supuestas irregularidades en el padrón municipal, cuando el texto que presentaban no dejaba duda sobre su intencionalidad, que no era otra que la de calificar a las personas migrantes de delincuentes y que son un motivo de ruptura de la cohesión social. Dejaba claro que la combinación entre inmigración, criminalidad e inseguridad era algo natural, pese a que no existe correlación alguna entre flujo migratorio y aumento de delitos.
El padrón es el instrumento administrativo que sirve para establecer qué ciudadanos viven en un municipio, donde les hace sujetos de derechos y deberes, y alimenta el censo electoral para garantizar el derecho a la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos recogido en el artículo 23 de la Constitución. La inscripción en el padrón municipal es una obligación que incluye a españoles y extranjeros. Y, en el caso de estos últimos, no constituye prueba de su residencia legal en España, ni les atribuye ningún derecho que no les confiera la legislación en materia de extranjería.
La portavoz del grupo ha proseguido diciendo que, si verdaderamente Vox hubiese querido subsanar las posibles irregularidades existentes en el padrón, hubiese incluido en los acuerdos de la moción los empadronamientos en domicilios donde no se reside para obtener beneficios como el acceso a un determinado colegio, o centro hospitalario, etc., que también los hay o la persecución de mafias organizadas que principalmente se anuncian en internet a través de plataformas de compra-venta, que cobran por empadronar entre 200 y 350 euros por períodos de seis meses a un año y que mercantilizan la pobreza, sobre las que debería recaer todo el peso de la ley independientemente de cual sea la nacionalidad de origen de sus miembros. Y así con cualquier comportamiento constitutivo de delito.
Sin embargo, ha proseguido la portavoz, las aberrantes pretensiones de Vox quedaban reflejadas explícitamente en el texto: la realización de controles de identidad de las personas para confirmar su estatus migratorio, algo que ni siquiera el señor Flores, en su vergonzosa intervención, supo explicar en qué consistía y cuál era su finalidad y solicitar a la Administración Autonómica la suspensión inmediata de cualquier tipo de ayuda social, en particular la renta social básica, para personas que hayan ingresado ilegalmente.
Evidenció una vez más que lo que pretendían era la difusión de falsedades, bulos y exageraciones, criminalizando a las personas migrantes por el mero hecho de ser de otro país o raza y generando así un ambiente de tensión para polarizar a la opinión pública sin ningún respaldo verificable.
Afortunadamente, son muchas las voces que intentan combatir a diario estas mentiras propagandísticas del odio, ha manifestado Pérez. El propio director de la Policía Nacional, Francisco Pardo crítica las afirmaciones del partido de extrema derecha, destacando que el 75% de los delitos que se cometen en España los cometen nacionales españoles. También señaló la intención de Vox de asociar falsamente la migración con la delincuencia con el fin de «generar ruido y confusión».
Por desgracia, La xenofobia ha existido a lo largo de la Historia. Desde el Ku Klux Clan, el genocidio nazi, las agresiones contra la diversidad sexual o hasta las agresiones al extranjero, y actualmente encuentra su caladero en el discurso de la extrema derecha con el que pretende fundar miedos carentes de base.
La portavoz de la formación de izquierda ha finalizado reivindicando que frente a las mentiras de los propagandistas del odio; la estrategia de la verdad. Frente al racismo y la xenofobia; integración y diversidad. Frente a los que conciben la bandera como un arma arrojadiza y la nación como una propiedad privada; el respeto innegociable a los derechos humanos y a la dignidad de las personas, independientemente de su lugar de procedencia