Leo, con una mezcla de estupor e indignación, el escrito que el portavoz del Partido Popular y concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Guadalajara, el sr. Alfonso Esteban, ha enviado a los medios locales repicando las descalificaciones que la señora Guarinos vertió contra mi persona durante el pleno celebrado el pasado viernes.
Debatíamos una moción presentada por el PP y sus socios de la ultraderecha de Vox en relación al transporte público y su conexión con Madrid, una moción que, en lugar de intentar buscar soluciones a un problema que es evidente en el servicio de Cercanías y en el de autobuses, sólo buscaba el insulto y el ataque, como siempre.
Y el gobierno de Ana Guarinos prefiere hacer gala de ello y airearlo con una soflama del sr. Esteban. Desde luego, no es un comportamiento, ni una manera de gobernar esta ciudad de la que yo estaría orgulloso, y que creo, no se merecen nuestros vecinos y vecinas.
Porque, el escrito del señor Esteban enviado a los medios, lo único que evidencia es la incapacidad del Gobierno de Ana Guarinos para trabajar de verdad por nuestra ciudad. Su incapacidad para tomar decisiones que no sean únicamente atacar al adversario político.
Por eso, nuestro grupo municipal presentó una transaccional con acuerdos propositivos en materia de transporte en la ciudad, sin insultar, sin descalificar, únicamente buscando avanzar en dar soluciones al problema del transporte de Cercanías y de autobuses.
Pero claro, nuestra transaccional buscaba que la sra. Guarinos dijera qué proyecto tiene para el edificio que alberga actualmente la Estación de Autobuses; porque, se da la circunstancia de que para reformar este espacio, es imprescindible conocer el uso que el Ayuntamiento de Guadalajara pretende dar a la parte de la instalación que no se utilizará como Estación de Autobuses, y que ocupa las mayores dimensiones.
Y voy a aprovechar para hacer pedagogía y explicar a la ciudadanía cuál es la realidad.
Hay que recordar que la Estación de Autobuses ha tenido siempre un uso municipal; tan evidente, como que ahí ha habido oficinas y dependencias policiales o de cultura; y que es el Ayuntamiento, además, quien se ha encargado de la gestión de espacios como la cafetería u otros comercios.
Mi gobierno tenía muy claro qué quería hacer; y así trabajamos con la Junta de Comunidades, teniendo siempre presente que todo el edificio que alberga la estación de autobuses debía dar respuesta a las demandas que plantease el nuevo campus universitario.
Éramos conscientes de que miles de estudiantes que van a llegar a nuestra ciudad requieren de soluciones de estacionamiento y; por eso, proyectamos el aparcamiento de la calle Hermanos Fernández Galiano; remodelamos todo el entorno del futuro campus y cedimos parte del parque del Coquín. La Estación de Autobuses era un objetivo claro en todo este plan.
El edificio de la estación es grande y, como digo, para rehabilitarla hay que saber qué quiere hacer Guarinos con ella ¿Cómo se puede pedir que se arregle un espacio sin saber qué necesidades se deberán resolver en él?
Por eso, le pedimos que explique a los vecinos y vecinas con claridad cuál es su proyecto para la estación, teniendo en cuenta que cerca del 80% del espacio no se utiliza para el servicio de transporte.
Nosotros teníamos algo muy claro: en ese inmueble debía entrar un agente privado que ofrezca espacios de restauración y de ocio. Así se lo transmitimos al Gobierno regional, que al mismo tiempo trabajaba en un proyecto para remodelar la parte del inmueble correspondiente al servicio de transporte.
Y en mitad de este proceso, llegó el cambio de Gobierno tras el acuerdo de Guarinos con VOX, a pesar de haber perdido las elecciones con el peor resultado de su historia.
Parece evidente que pedirle a Guarinos un proyecto para el edificio de la estación en el pleno fue pedirle demasiado, teniendo en cuenta que no ha sido capaz en estos dieciséis meses de gobierno municipal de decir qué iniciativas tiene para nuestra ciudad, porque no las tiene. Que la ciudadanía tenga claro que nosotros ya estaríamos haciendo ese intercambiador de transporte.
Guarinos, que es ya experta en tratar de eliminar todas las acciones del anterior gobierno, debe definir qué proyecto quiere para la estación, sentarse con la Junta de Comunidades y atender a las responsabilidades municipales que del proyecto se deriven. En la administración regional ya le han dicho que le están esperando.
Y en cuanto a la situación del servicio de Cercanías, también en el pleno del pasado viernes anuncié que, en noviembre, voy a mantener una reunión con el secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, en aras de abordar el estado actual de este servicio y el de autobuses, dado que como Ana Guarinos no es capaz de tomar las riendas y de dar un paso en la búsqueda de soluciones, nosotros, el Partido Socialista, no nos vamos a quedar quietos.
Pero fíjense, para Ana Guarinos y Alfonso Esteban, esto significa ser “un servil vasallo del PSOE; que no tengo conciencia; que soy un traidor o que no tengo palabra”, citando textualmente sus declaraciones. Yo quisiera verles defendiendo a esta ciudad por encima de los intereses de su partido, como bien habrían podido hacer con la Ciudad del Cine en el Fuerte de San Francisco o con la aprobación del techo de gasto a nivel nacional para que el Ayuntamiento pueda financiarse mejor, pudiendo incluso anular su impuestazo. Yo lo seguiré defendiendo nuestros intereses, aunque mi opinión sea contraria a la de mi partido.
Juzguen ustedes si de verdad la ciudad cuenta con una alcaldesa dispuesta a gobernar
Carta de Alberto Rojo. Concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Guadalajara