El Instituto de Salud Carlos III estima que hasta el pasado mes de julio se produjeron en la provincia de Cuenca cuatro muertes atribuibles a las altas temperaturas.
En concreto, hasta el mes de julio en Cuenca se produjeron un total de 156 muertes más de las «normales» y de estas, cuatro han podido ser por las olas de calor.
No se trata de muertos reales, sino de una estimación que el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo) hace a partir de un modelo matemático que utiliza tres fuentes de datos: la de los registros civiles, que no especifican la causa codificada de defunción; las temperaturas según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) a nivel provincial en el mismo periodo de tiempo; y la población por grupo de edad, sexo y provincia, extraídos del INE.
El sistema de monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas (MoMo) fue desarrollado en 2004, en el marco del «Plan de acciones preventivas contra los efectos de las temperaturas excesivas», coordinado por el Ministerio de Sanidad, para reducir el impacto sobre la salud de la población como consecuencia del exceso de temperatura. El objetivo de MoMo era identificar las desviaciones de mortalidad diaria observada con respecto a la esperada según las series históricas de mortalidad. Posteriormente se amplió su utilización a otras situaciones durante todo el año para estimar de forma indirecta el impacto de cualquier evento de importancia en salud pública.