La refrescante playa de Boniches en el Cabriel
Imagina un rincón de la naturaleza escondido entre montañas, donde el agua cristalina serpentea entre piedras y árboles, y la serenidad del entorno te envuelve desde el primer momento. Este lugar mágico es la Playa de Boniches, a orillas del Cabriel, un oasis natural situado en la provincia de Cuenca, que ofrece una experiencia refrescante y tranquila, perfecta para escapar del bullicio de la vida diaria.
¿Qué hace especial a la Playa de Boniches?
La Playa de Boniches no es una playa convencional, ya que se encuentra en el interior y lejos de la costa. Es, en realidad, una piscina natural formada en el río Cabriel, uno de los ríos más limpios de Europa que nace en la finca de la ganadería brava de Alicia Chico, Valle del Cabriel, y, tras esta playa, sus aguas riegan Pajaroncillo, Villar del Humo, Cardenete, Víllora, Enguídanos, Mira y Minglanilla. A partir de aquí, el cauce del río sirve de frontera natural entre las provincias de Cuenca y de Valencia, hasta llegar a la aldea de Los Cárceles, donde comienza a hacer de frontera entre la provincia de Albacete y Valencia, entrando en Valencia en ambas orillas por Casas del Río (Requena), uniéndose al Júcar en Cofrentes.
Aquí, en esta zona de Boniches, el río se ensancha para crear una amplia zona de baño con aguas poco profundas, ideales para darse un chapuzón y refrescarse en los calurosos días de verano. La playa está equipada con una zona de arena y césped donde los visitantes pueden extender sus toallas, disfrutar del sol, y relajarse escuchando el murmullo del agua y el canto de los pájaros.
Actividades para Disfrutar en Boniches
Boniches se encuentra en la zona oriental de la provincia, que es el corazón del antiguo Marquesado de Moya.
El contraste de colores de la vegetación de ribera mezclada con las formaciones rocosas de color rojizo, junto con el verde del pinar, hace de Boniches uno de los espectáculos visuales mas bellos de laSerranía a lo que hay que sumar la riqueza monumental de la zona con puntos tan interesantes como Cañete y la abandonada, pero impresionante, Villa de Moya. Como colofón, no menos importante, el Rodenal del Cabriel es rico en yacimientos arqueológicos y esconde una extensa colección de abrigos rupestres de los mas importantes del denominado «Cinturón del Arte Rupestre Levantino».
Junto a la carretera se encuentra El Troqueadero, conjunto de cascadas formadas en el río Cabriel.
Consejos para tu VisitaPara aprovechar al máximo tu día en la Playa de Boniches, es recomendable llegar temprano, especialmente durante los fines de semana y en los meses de verano, cuando la popularidad del lugar atrae a más visitantes. No olvides llevar protección solar, agua y comida, ya que no hay muchos servicios cercanos. Aunque la playa cuenta con zonas de sombra, una sombrilla puede ser útil si planeas pasar varias horas.
Es importante también ser respetuoso con el entorno. Como en cualquier espacio natural, la preservación del lugar depende del cuidado que todos pongamos al visitarlo. Recoge tu basura, evita hacer ruidos fuertes y disfruta de la paz que la naturaleza te ofrece.
¿Cómo llegar?
La Playa de Boniches se encuentra a aproximadamente 90 kilómetros de Cuenca, y a unos 180 kilómetros de Valencia. El acceso es sencillo en coche, y el recorrido hasta este rincón escondido es una delicia para los sentidos, con carreteras que serpentean entre montañas y paisajes impresionantes.
Al llegar, encontrarás un pequeño aparcamiento cerca de la playa, aunque en los días más concurridos puede ser necesario estacionar un poco más lejos y caminar unos minutos para llegar al agua.
Conclusión
La Playa de Boniches es uno de esos lugares que parecen sacados de un cuento, donde la naturaleza muestra su lado más apacible y hermoso. Si estás buscando un lugar para desconectar, respirar aire puro y disfrutar de un día refrescante en un entorno único, este rincón de Cuenca es sin duda una visita obligada.
Ya sea que vayas en pareja, con amigos o en familia, la Playa de Boniches te recibirá con su encanto y serenidad, invitándote a disfrutar de un día inolvidable en pleno corazón de la naturaleza.