El comité organizador de PARIS 2024 aspiraba a que estos juegos fueran considerados “los mejores de la historia”. Hasta la fecha la consideración de “Los Mejores Juegos de la Historia” se la disputan las ediciones de Barcelona 92, Sidney 2000 y Londres 2012. Los españoles tendemos a afirmar, con cierta rotundidad, que los juegos de Barcelona han sido los mejores de siempre. Yo no sé si han sido los mejores, pero sí que, los Juegos de Barcelona supusieron un punto de inflexión por dos razones:
- Fueron la apertura definitiva del Olimpismo al deporte profesional con la participación de los jugadores de la NBA en la competición de baloncesto, tras haberse abierto los Juegos al tenis profesional en Seúl 88.
- Geopolíticamente fueron unos Juegos trascendentales, ya que se celebraron en una época donde había empezado a desmembrarse la Europa que se había configurado tras la 1ª y la 2ª Guerra Mundial. Así Alemania participó con un equipo unificado por primera vez desde Roma 60, Croacia participó solo unos meses después de proclamar su independencia de Yugoslavia; igual sucedió con las repúblicas bálticas de Lituania, Letonia y Estonia, que compitieron bajo bandera propia al margen del Equipo Unificado, que agrupó a los territorios de la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). La URRS dejó de existir como país el 25 de diciembre de 1991. A pesar del contexto geopolítico descrito y a diferencia de en Moscú 80, Los Ángeles 84 y Seúl 88, Barcelona 92 no fue boicoteada por ningún país.
Por diferentes factores París 2024 no va a superar ni a Sídney, ni a Londres ni a Barcelona en la carrera por ser “los mejores juegos de la historia”. Desde mi punto de vista tres son los factores a ponderar para valorar el posible éxito de unos Juegos, (i) nivel competitivo, (ii) implicación ciudadana/social y (iii) organización. Cuando casi estamos en el ecuador de estos Juegos, las dos primeras variables no se cuestionan, el nivel de las diferentes pruebas está siendo alto, hay competitividad, hay emoción, los estadios están llenos, parece que los parisinos están siendo buenos anfitriones, con algunas excepciones, y no se recuerda una afluencia de público extranjero tan grande. El talón de Aquiles está en la organización, ya que ha habido “patinazos” relevantes de distinto carácter:
- Patinazo en la ceremonia de inauguración, relegando a un segundo plano a los principales actores de este espectáculo, los atletas. El chovinismo francés llevó a los organizadores a utilizar la ceremonia inaugural como una ventana para mostrar al mundo las maravillas de París, y París no necesitaba “la luz” de una ceremonia inaugural para ser reconocida mundialmente, porque ese reconocimiento ya lo tenía.
- Patinazos logísticos, se ha informado que la Villa Olímpica no facilita, lo que los deportistas denominan, el entrenamiento “silencioso”, que lo constituyen el descanso y la alimentación. Comida poco equilibrada y habitaciones a más de 30 grados con camas angostas parece que, acompañan a los deportistas en su día a día.
- Patinazos diplomáticos, así en el partido de baloncesto entre Puerto Rico y Sudán del Sur, (país con solo 11 años de existencia) sonó el himno de Sudán y no el de Sudán del Sur; o en la ceremonia inaugural Corea del Sur fue presentada como Corea del Norte.
- Patinazos en las infraestructuras. Criticada está siendo la piscina olímpica. Los expertos explican, que su poca profundidad no está permitiendo conseguir en natación las grandes marcas que caracterizan a este tipo de campeonatos. Hasta la fecha solo se ha batido un récord del mundo en natación (faltan tres días de competición), cuando en Tokio 2020 se batieron seis marcas planetarias; 8 en Río 2016 y 9 en Londres 2012. Y aún, más criticada está siendo la cabezonería de la organización en utilizar el río Sena como escenario de algunas competiciones, poniendo en riesgo la salud de los atletas.
En definitiva, París 2024 seguro que será recordado para bien por diferentes motivos (la vuelta de Biles, la atmósfera mágica creada por el público en la piscina, etc.), pero no por su organización.
En cuanto a lo que ha deparado la Jornada 7, destacar:
- La eliminación de la selección masculina de baloncesto, tras su derrota por tres puntos ante la potente Canadá. Ya dijimos que, clasificarse para los cuartos iba a ser una tarea hercúlea. Solo queda dar las gracias a esta selección, que tantas alegrías nos ha dado en los últimos 25 años (dos campeonatos del mundo, 4 oros europeos, 2 platas y un bronce olímpicos). Con la retirada de Rudy, se cierra de manera definitiva una época gloriosa, y comienza la reconstrucción de una de las selecciones “tótem” de nuestro deporte.
- Clasificación para semifinales del equipo masculino de fútbol tras vencer 3-0 a Japón.
- Se complica la clasificación de Los Hispanos para la siguiente ronda de la competición de Balonmano, tras perder con Alemania por 33-31. Toca ganar a Croacia el domingo 4 de agosto a las 21:00 horas.
- Carlos Alcaraz ha cumplido los pronósticos y competirá por el oro individual masculino en tenis frente a Djokovic, y el dúo Bucsa/Sorribes disputará la medalla de bronce en tenis dobles femeninos, tras perder contundentemente en semifinales
- Jon Ram está a dos golpes de la medalla de oro en golf masculino, cuando quedan dos recorridos por disputar.
- Ana Peleteiro se ha clasificado para la final de triple salto, donde buscará reeditar como mínimo su broce de Tokio.
- Desde el ring ha llegado la octava medalla para España, todavía queda pendiente confirmarse el color, con la clasificación de Ayoub Ghadfa para semifinales en la categoría de +92kg.
- Las chicas del basket 3×3 con posibilidades de hacer algo grande con un récord de 4 victorias y 2 derrotas hasta la jornada de hoy, lo que les da una plaza en los cuartos de final.
- Y la gran alegría del día ha llegado desde Marsella, donde en el campo de regatas se ha cosechado por la pareja Botín-Trittel el primer oro para España en estos Juegos, al ganar en la categoría de 49er.
Y si ayer en la jornada 6 coronábamos a la reina de estos Juegos en la figura de Simone Biles, hoy la piscina ha coronado al rey, Leon Marchand ha ganado su cuarta medalla de oro en otras tantas pruebas, con su incontestable victoria, récord olímpico incluido, en los 200 metros estilos.
Por último y como siempre ahí van mis tres recomendaciones diarias para la jornada de mañana de los Juegos:
- A las 10:50 cuartos de final de Badminton con Carolina Marín.
- Gimnasia artística a las 15:30 final de suelo con el español Ray Zapata y a las 16:20 final de potro donde Simone Biles buscará su tercer oro.
- A las 20:20 final del triple salto con Ana Peleteiro.
Por César Cerrillo Martínez