Una treintena de vecinos de las comunidades de propietarios de Capitán Arenas 7 y Doctor Fleming 1 también han decidido confiar en la Red de Calor de Guadalajara para incorporar a su calefacción y agua caliente sanitaria.
De esta manera, con la energía térmica de biomasa van a dejar de emitir a la atmósfera un total de 77 toneladas de CO2 a la atmósfera de la ciudad.
“La transición hacia un modelo basado en las energías renovables permite democratizar el sistema energético y ofrece nuevas oportunidades a los ciudadanos, las corporaciones y las entidades locales, quienes en el modelo convencional eran únicamente consumidoras y hoy pueden ser agentes proactivos”, explica David Gómez, responsable comercial de Red de Calor.
En el caso de Guadalajara, “destaca el papel de la ciudad en relación al uso de la biomasa y las toneladas de CO2 que se dejan de emitir a la atmósfera a través de la conexión a la Red de Calor como fuente energética de calefacción y agua caliente sanitaria, que le ha permitido convertirse en una de las ciudades de referencia en el ámbito energético renovable”
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 y la Ley de Cambio Climático y Transición Energética hacen mención expresa a la generación de energía térmica de biomasa distribuida como herramienta básica que hacen posible el cambio de modelo energético. Estas medidas se potencian con las rehabilitaciones energéticas de edificios, lo que genera la combinación ideal que posiciona a la ciudad como referente nacional. “La Red de Calor ha conseguido que se reduca considerablemente el número de calderas abastecidas con fuentes de energía de origen fósil”.
Transición energética en la ciudad de Guadalajara
La conexión de los vecinos de Guadalajara a la Red de Calor con biomasa tiene una importancia medioambiental considerable para la ciudad. Esta Red resulta en una reducción significativa de emisiones de CO2 que contribuye directamente a mejorar la calidad del aire en Guadalajara, haciendo la ciudad más saludable.
La biomasa, como fuente de energía renovable, ofrece múltiples beneficios tanto para el medio ambiente como para la economía local. En los montes de la provincia el uso de biomasa implica una gestión forestal sostenible, ya que se aprovechan los residuos de madera y subproductos forestales que, de otro modo, podrían aumentar el riesgo de incendios forestales. Este aprovechamiento reduce la cantidad de material combustible en los bosques, disminuyendo así la probabilidad de incendios, y también promueve la regeneración natural y el mantenimiento de la biodiversidad.
Además, la biomasa genera empleo local, desde la recolección y procesamiento de los residuos forestales hasta su distribución y uso en la Red de Calor. Esto tiene un impacto positivo en la economía de la región, creando puestos de trabajo y fomentando el desarrollo rural.
Otro aspecto destacado es la estabilidad en los precios de la energía proporcionada por la biomasa. A diferencia de los combustibles fósiles, cuyos precios son volátiles y dependen de factores geopolíticos y económicos globales, la biomasa ofrece contratos a largo plazo con precios estables. Esto proporciona a los vecinos de Guadalajara una mayor seguridad económica y previsibilidad en sus gastos energéticos.
La adopción de la Red de Calor con biomasa en Guadalajara mejora la calidad del aire y contribuye a la sostenibilidad medioambiental, apoya la gestión forestal responsable y fortalece la economía local, haciendo de esta iniciativa un ejemplo a seguir para otras comunidades.