El Gobierno de Castilla-La Mancha, a través del Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla-La Mancha (IRIAF), está trabajando para que los sectores agrario y ganadero se adapten al cambio climático.
Así lo ha explicado el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, esta mañana tras la celebración del Consejo de Dirección del IRIAF, donde ha informado de que casi el 90 por ciento de los proyectos de investigación en marcha están vinculados a estudiar y paliar los efectos del cambio climático.
Se trata, ha dicho, de “una cuestión que es fundamental entender y afrontar para el reto que la agricultura, la ganadería y el proceso industrial tienen, buscando la rentabilidad de nuestras explotaciones, pero también la posibilidad de seguir llevando a efecto trabajos que se vienen desarrollando ya en determinados sectores”. En concreto, algunos ejemplos citados al respecto están relacionados con la conservación y mejora de ganado ovino manchego, el estudio de las patologías de las abejas, la adaptación de la vid al cambio climático o valorar el contenido de aceites esenciales en diferentes especies aromáticas.
El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural también ha destacado la magnitud del trabajo de investigación realizado por el IRIAF y los ocho centros que dependen del mismo en los que trabajan más de 200 personas, más de 150 que forman parte de la plantilla fija y el resto hasta las más de 200 que lo hacen en programas vinculados a la realización de proyectos con una temporalidad determinada, “datos que ponen de manifiesto la capacidad de investigación de los centros que la Administración regional pone a disposición de todos nuestros agricultores, industria, cooperativas y asociaciones que tienen siempre el apoyo y asesoramiento del IRIAF”.
En cuanto al número de los proyectos de I+D+i, en total suman 70 con financiación de los que nueve son con fondos europeos, 14 nacionales, once regionales, nueve propios, 26 contratos con empresas y, por último, uno corresponde a infraestructuras científicas. Además, y también como resultado de la investigación, se han realizado 55 artículos científicos, 14 artículos divulgativos, 34 comunicaciones en congresos nacionales e internacionales, dos tesis doctorales realizadas y 13 en desarrollo, así como 44 informes técnicos.
Otras actividades del IRIAF han sido prestar servicios de apoyo tecnológico y asesoramiento a empresas, cooperativas y asociaciones; el mantenimiento del patrimonio genético vegetal y animal y el desarrollo de ensayos de experimentación con diferentes agentes del sector. En este último punto, se puede cuantificar en 27 el número de contratos de experimentación que ha significado mantener 456 campos de ensayos que, a su vez, han sumado 7.736 parcelas para estudiar y analizar.
Por lo que respecta a la transferencia de conocimiento, la difusión y la formación “quizá la parte más importante porque la investigación no tiene sentido si no llega donde tiene que llegar que es a las explotaciones agropecuarias y al tejido agroindustrial”, Julián Martínez Lizán ha explicado que se ha realizado una importante labor, con 36 cursos y 31 jornadas específicas con la asistencia de 1.200 personas.
Por último, se han realizado hasta nueve trabajos fin de máster o de grado bajo la dirección de los científicos del IRIAF y 44 alumnos de Secundaria, de Grado Universitario y Máster han realizado prácticas formativas.
Fundación Tierra de Viñedos
Tras la celebración del Consejo de Dirección del IRIAF ha tenido lugar una reunión del Patronato de la Fundación Tierra de Viñedos, en la que se ha visto, entre otras cuestiones, el Plan de Actuación para el ejercicio 2024, que recoge cuatro tipos de actividades destinadas a difundir la importancia social, económica y medioambiental del patrimonio vitivinícola regional, “fundamental para el mantenimiento del territorio y para la estabilidad de la población en el medio rural”, ha dicho Martínez Lizán.
Estas actividades son, en primer lugar, acciones para la promoción de la cultura del vino y el fomento de su consumo moderado en el ámbito regional, a través de catas comentadas, en colaboración con la UCLM; promoción de los vinos acogidos a la marca ‘Campo y Alma’ en el ámbito gastronómico de Castilla-La Mancha, dirigidas a hostelería y restauración; un programa de formación en centros de Formación Profesional de Castilla-La Mancha para futuros profesionales de la hostelería y la restauración y por último la realización de presentaciones de los vinos de la región acogidos a Denominaciones Geográficas Protegidas en el ámbito nacional.