El Gobierno de Castilla-La Mancha ha acordado declarar esta semana como Bien de Interés Cultural, el Palacio de los Marqueses de Villamejor, en Guadalajara, “para garantizar que se tomen medidas que preserven este inmueble por su relevancia social e histórica”.
Así lo ha expresado en rueda de prensa la consejera portavoz del Gobierno regional, Esther Padilla, quien ha señalado que esta decisión responde al compromiso del Gobierno castellanomanchego de seguir protegiendo el patrimonio regional, quien, además, ha subrayado que se han declarado 52 BIC desde que gobierna Emiliano García-Page. También, durante su intervención ha recordado que, desde que se inició la legislatura, se han declarado otros tres BIC. Entre ellos, la Iglesia de Nuestra Señora de los Olmos en Torre de Juan Abad (Ciudad Real), los Danzantes y Mayordomos de Méntrida (Toledo) y las Labores de Lagartera (Toledo), éste último la semana pasada.
En relación a esta última declaración, la consejera ha insistido en que “supone el reconocimiento del valor patrimonial de un inmueble que constituye un excelente ejemplo de los caserones residenciales que la clase pudiente de la ciudad construyó durante la edad moderna”. Asimismo, ha añadido que ya son 108 los bienes patrimoniales que cuentan con esta protección en la provincia de Guadalajara.
Características del inmueble
El antiguo palacio de los marqueses de Villamejor, también conocido como Palacio de la Cotilla, es uno de los escasos ejemplos que quedan en la ciudad de Guadalajara de la arquitectura civil del siglo XVII. “A día de hoy, es titularidad del Ayuntamiento y se utiliza como escuela municipal de arte”, ha aclarado la portavoz.
Padilla ha explicado que se trata de un monumento con fachada de estética barroca, el estilo imperante en la arquitectura civil de la Corte, cuyos muros exteriores se construyeron con aparejo toledano. “Esta forma de construcción es en sí misma un valor del edificio porque, aunque aún se conserva en algunos edificios religiosos, han desaparecido prácticamente todos los ejemplos en arquitectura civil”, ha añadido.
Asimismo, la portavoz ha puesto en valor la habitación más singular de la construcción, el denominado ‘salón chino”, con decoración ornamental pintada sobre papel de arroz procedente de los talleres de la China de la dinastía Quing (1644-1911). “Se trata de una estancia de gran excepcionalidad artística, ya que es uno de los escasos ejemplos que se han conservado en países occidentales. En España, solo existe otro ejemplo en Almagro”, ha finalizado.