Suspendida hace un año la relación ferroviaria Madrid-Cuenca-Valencia por el Ministerio de Transportes, lo que interesa a las personas afectadas es si son más veloces y baratos sus viajes. La respuesta no parece interesar a los cargos de confianza política del ministerio, porque una vez recortado el servicio público se han desatendido de este tema. Ya no viene nadie de Madrid a contarnos las excelencias del planequis, porque es contra Cuenca y contra quienes, en mayor grado, han sufrido el recorte de los servicios públicos -mujeres, estudiantes y mayores-. Por tanto, ha quedado demostrado que solo ha sido una decisión política para favorecer a otros territorios.
Como prueba de la arbitrariedad del planequisCuenca, además de eludir reuniones con la Plataforma del Ferrocarril, el aparato del ministerio es incapaz de ofrecer datos objetivos sobre cómo nos afecta la nueva movilidad. Transcurrido un año del recorte, no ha ofrecido, de las localidades de Cuenca, Toledo, Madrid y Valencia privadas de tren, la comparativa de precios y tiempos de viaje con los servicios anteriores a los recortes de 2013 y los ofertados en la actualidad. Tampoco se han cuantificado los millones de euros que nos han quitado, por impedirnos el ministerio acceder al servicio gratuito de transporte ferroviario que disfruta toda España. Ninguna información hay sobre la medida estandarte, la movilidad alternativa en alta movilidad, porque desconocemos el número de usuarios en servicios combinados autobús-Avant en las localidades afectadas por la clausura del ferrocarril. Como complemento de la anterior medida, el porcentaje de ocupación del tren madrugador en la sección Albacete-Cuenca-Madrid no ha sido publicado. Por tanto, la incomparecencia de cargos de confianza política y la ausencia de datos públicos sobre estos aspectos de la gestión de la movilidad evidencia el rotundo fracaso del planequisCuenca.
Para justificar el mayor recorte que ha sufrido Cuenca, hay quienes desde el territorio apelan a criterios economicistas, lo cual abre la puerta a que justifiquen amputaciones en los servicios públicos, porque todos son deficitarios en nuestra tierra. Lo único cierto, es el hecho que planequisCuenca una decisión contra los criterios europeos de fomentar el ferrocarril, el transporte más sostenible y con más futuro. En consecuencia, desde la Plataforma del Ferrocarril de Cuenca se demanda un inmediato plan de reconocimiento de la deuda contraída con las localidades de los 266 kilómetros afectados y un calendario de actuaciones para la apertura y mejora de la línea Madrid-Cuenca-Valencia.