Con la experiencia de una intensa jornada de investiduras en una provincia poco poblada he comprobado que la grandeza de este acto reside en los pequeños gestos y detalles con los que se afronta la historia de continuidad de un territorio infinito, que comienza por un fin y termina con un comienzo y en cuya base se encuentra el respeto hacia las personas para las que se gobierna. Cuenca se multiplica en cada rincón de la provincia en el que una persona comprometida, desde la política o desde la calle, elige trabajar por ella.
Las ganas de estar al lado de compañeros del Partido Popular de varias Corporaciones Municipales marcaron mi agenda personal en mi papel de cronista, fructificando una vez más en la oportunidad de dar visibilidad a Cuenca entre promesas, juramentos y proclamaciones cargadas de voluntad política y dignidad democrática.
Fuentelespino de Haro fue madrugador y antes de las 8:30 de la mañana ya estaban abiertas las puertas del Ayuntamiento a los vecinos. Benjamín Prieto, Presidente Provincial, defensor del territorio y número 1 al Senado tomaba posesión por séptima vez en una Sala de Plenos llena, con balcones abiertos, frente a las imágenes de los alcaldes del último siglo y respaldado por el escudo heráldico de todos. Simbolismo en estado puro. Lo hizo poniendo en valor el compromiso de su equipo que integra lo rural con lo urbano, la juventud con la madurez y la ilusión de dar continuidad a proyectos motores del pueblo durante estos 4 años.
Me acerqué hasta Olivares de Júcar donde un grupo de personas cercanas daban vida al mercadillo y el frutero se encargó de inmortalizarnos. Allí llegó María Vallejo Viejo acompañada de su madre. María es un ejemplo del talento joven que regresa al territorio para asumir funciones políticas y una oposición constructiva, compaginándola con su formación universitaria y la Presidencia en el Consejo de Estudiantes de la Universidad de Alicante. En paralelo a este acto, mi admirada Aurora Almendros Fuero, tomaba posesión del cargo en El Pozuelo, mujer decidida y valiente a la que solo pude visitar de forma telemática por incompatibilidad de horarios y distancia, pero lo haré físicamente en breve. Ella tiene el objetivo de revitalización del pueblo de sus abuelos para garantizar una vida digna a sus vecinos y esa es la misión que ha prometido llevar a cabo en este municipio de 40 habitantes en la Serranía Alta conquense.
Al mediodía, con capa incluida y en un homenaje al Patrimonio Histórico y Cultural, dirigidos por el arqueólogo D. Jose Martínez Peñarroya y acompañados de Valentín, Carmen y Misericordia tomamos posesión del Castillo de Santiago de Jalameña, que durante 8 años de su historia perteneció a la Orden de Santiago. Desde este lugar se divisa parte del territorio de Cuenca, Toledo, Ciudad Real y Madrid. Fue un dejavú de sensaciones atemporales y de potencial vivo que me transportaron hasta el Salón de Plenos de Huete situado en el edificio histórico de Nuestra Señora de la Merced, donde todo se había preparado con cuidado esmero. Fran Domenech y su equipo estaban felices y entusiasmados. Se sentía la vibración de fuerza y energía positiva de una sala con proporciones de ciudad y aforo completo que extralimitaba la puerta grande. Al final del discurso de proclamación, el alcalde exclamó “hoy comienza una nueva etapa para Huete y todos nosotros, afrontémosla juntos con optimismo y lealtad, por los optenses y por el Municipio de Huete”. La celebración posterior fue con traca, vivas a la Capital de la Alcarria y a España, y valores de unidad e integridad. El liderazgo optense tiene la fuerza de un tren arrollador, visión estratégica de desarrollo comarcal, liderazgo transversal provincial y cooperación interregional.
Me dieron las 5 de la tarde en Minglanilla. Con arte torero, el equipo de Pedro José Pérez tomó posesión del Ayuntamiento de todos enfocado en los valores de transparencia y responsabilidad. Los cohetes rompían en el cielo a ritmo de cada compromiso que se pronunciaba. Abrazos, felicitaciones, ilusión, foto en el despacho oval y traca final para un equipo que cuenta con juventud, experiencia y con mi amiga Esperanza de La Manchuela.
Cien kilómetros me separaban de Villar de Cañas y aun así dirigí mis ruedas hacia Alejandro Pernías que pronunció el discurso de la serenidad con matices estadistas e identitarios. El proyecto de desarrollo del ATC vibraba en el ambiente y el Salón de Plenos era un hervidero de emociones, en un acto arropado de personas, gestos y reconocimientos al legado de Jose María Saiz. Allí estaban también los alcaldes de Pueblos por el Tren que llegaron desde la Serranía, Carlos Arteche de Carboneras de Guadazón y Daniel García, de Arguisuelas. Al finalizar el día, tras 12 horas de recorrido que transcurrieron como 12 instantes, y como quien regresa a orígenes del Santiaguismo cerré el símbolo de lo infinito en Puebla de Almenara junto al equipo de Valentín Rozalén, que representa la humildad de un liderazgo al servicio de todos para poner a La Puebla en el mapa regional, nacional e internacional. Con un capitán de navío valiente, las relaciones del Embajador de España, D. Javier Rupérez, una candidatura diversa, un pueblo ilusionado y un grupo de mujeres comprometidas, es una apuesta segura decir que entre todos lo conseguirán.
Con Vítores al territorio, de la Mancha a la Alcarria y de la Serranía a la Manchuela, todos los alcaldes y concejales del Partido Popular que he conocido en este tiempo, tienen algo que les hace únicos para trabajar en equipo, creen en ellos mismos y en las Fortalezas y Oportunidades de sus municipios y avanzan junto a sus vecinos hacia un destino en el que Cuenca se multiplicará con un buen Gobierno Nacional.
Por Yolanda Martínez Urbina