«[…] Tres cosas tiene mi barrio
Que no las tiene Madrid:
Calle Nueva, la Chopera
Y la ermita de San Gil.
Corre, corre, que te pillo
corre, corre que te mato,
corre, corre, que te pillo,
que te saco los zapatos. […]. (Estrofa de una coplilla cantada en los galopeos de Santa Quiteria)
Otro de los días más especiales para los quiterios es el domingo, día de Santa Quiterilla. Al son de la gaitilla y el tamboril los quiterios lucen la tradicional pañoleta y las castañuelas que sonarán durante toda la mañana por las principales calles del barrio de San Gil hasta acabar en el parque de La Chopera, donde los jóvenes danzantes portarán el cuadro de la Santa y agasajarán a todo el barrio con las tradicionales danzas de ‘El Paloteo’ y ‘La Cinta’.
Unos momentos muy emocionantes para los que llevan ensayando muchos meses y que suponen un alivio y liberación cuando todo, finalmente, acaba bien. Los abrazos y las lágrimas afloran entre ellos, porque se sienten parte de la historia de una familia, la familia de los quiterios.
Este día se caracteriza a su vez, por la invitación por parte de los quiterios. Las familias y amigos se reúnen para pasar, casa por casa, degustando la típica limoná, los dulces y demás comidas tradicionales que, con tanto esmero y cariño, se han preparado para estos días tan especiales.
El domingo acabará, como es tradición, con otros dos galopeos que darán paso a la verbena que acabará a altas horas de la madrugada, dando paso al último día de la fiesta, la despedida que supone a su vez, el comienzo de una larga espera para volver a disfrutar de la procesión, las danzas y la solidaridad de un barrio que abre sus puertas de par en par a todo aquel interesado en conocer las costumbres y tradiciones de unas fiestas muy arraigadas y de gran interés popular.
Alberto Martínez Bonilla