La Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), en el marco de sus encuentros de Historia de la Fotografía, ha presentado por segunda vez un daguerrotipo inédito de Toledo. El primero, hallado en San Sebastián, reproduce una vista sur de la ciudad tomada desde el Valle. El que se ha conocido hoy es una imagen de la Puerta del Sol, uno de los monumentos más famosos de la ciudad por su emplazamiento en el acceso principal al casco histórico, sus características arquitectónicas y sus condiciones de conservación.
La profesora Santos recalca la singularidad de la pieza, ya que en España hay menos de 30 daguerrotipos que no sean retratos, aunque acusa algunos deterioros a causa de su deficiente conservación. “Está sulfurada, debido al contacto con el aire. Ahora está sellada”, matiza. Sin embargo, no duda de la calidad de la imagen en origen, ya que a pesar de estos problemas se aprecian bien la puerta y los detalles ornamentales, así como el fondo, con hileras de ladrillos y portales.
Estos detalles han hecho posible la datación, ya que, al comparar la pieza con grabados, dibujos y otras imágenes de mediados del siglo XIX, y a través de dos ventanas, una cerrada y otra abierta, que se aprecian también en fotografías de la década de los 50, se ha podido determinar que el daguerrotipo se hizo entre 1845 y 1855.
La autoría es “muy difícil o imposible” de conocer, explica la profesora. Aunque lanza una hipótesis. La prensa de 1849 señala la presencia en Toledo de un daguerrotipista suizo, Schimidt, que no solo hacia retratos, sino que enseñaba a hacer daguerrotipos y vendía máquinas. “Pudo haberlo hecho alguien que aprendiera y la pieza viajó después. Pudo haberlo hecho alguien que pasara por Toledo y conociera la técnica, quién sabe”, afirma. “Lo que parece seguro es que no ha salido de España, puesto que retrata paisaje español, tiene una inscripción en castellano y se encontró en Pamplona”, añade.
El daguerrotipo es una técnica fotográfica primitiva que se utilizó fundamentalmente entre 1839, fecha en la que fue anunciado y difundido por Louise Daguerre en París, y 1860, cuando fue sustituido en Europa por técnicas más avanzadas. En Estados Unidos su uso pervivió durante algunos años más.